Una Corte de nueve
Después de varios culebrones protagonizados fundamentalmente por Carlos Rosenkrantz, el actual presidente, y del anterior, Ricardo Lorenzetti, la actual Corte Suprema de Justicia de la Nación anda como una rueda loca con demasiadas evidencias de un ‘lawfare’ que no sólo no se aplacó sino que se ha profundizado con resoluciones y fallos tendenciosos. La imagen social del Poder Judicial pasa por uno de sus peores momentos, a pesar del esfuerzo de muchos magistrados honestos y trabajadores, labor de éstos que queda desvalorizada frente a los despropósitos de jueces de instancias superiores.
En el Gobierno nacional hay mucha preocupación por esta situación. Sin embargo, hoy, definitivamente no está en los planes de casi nadie impulsar juicios de destitución. Recordemos que para las remociones de jueces de la Corte, la Cámara de Diputados tiene que acusarlos con las dos terceras partes de los votos, para que sean juzgados por el Senado y eventualmente echados, también con las dos terceras partes de los votos. Queda claro además, que por la composición actual de ambos recintos, sería utópico pretender desplazar a alguno de los cinco miembros.
Por todos estos factores, y varios más, no debería sorprender que se impulse una renovación y oxigenación de los integrantes del máximo tribunal del país, en un intento de cambiarle la cara a un poder, hoy por hoy, muy desgastado y vinculado con sectores alejados de la ciudadanía. Una opción que comienza a ganar adherentes es la de ampliarla, esto es, sumar cuatro nuevos ministros para convertirla en una Corte de nueve.
Perfume de mujer
En las últimas horas, el ex fiscal Carlos Ferrer pidió a la Asociación de Magistrados que se pronuncie sobre la no designación de un Fiscal General en Córdoba, en lo que considera una «situación institucional anómala». Asegura que se trata de un cargo constitucional unipersonal y su vacancia no puede cubrirse con otros pares.
Lo cierto es que la gestión de Alejandro Moyano terminó el 14 de marzo de 2019, y a partir de allí se inició una prolongada suplencia de los cuatro fiscales adjuntos, fundamentalmente de José Gómez Demmel y de Héctor David. Durante todos estos meses, se escucharon versiones de todo tipo, incluso algunas surgidas de funcionarios importantes del gobierno provincial. Vale recordar que a finales del año pasado, muchos daban por hecho la designación de un veterano fiscal de cámara, respetado y querido por sus pares. Sin embargo, todo se diluyó y no hubo ningún nombramiento.
En las últimas semanas se volvieron a escuchar reclamos varios para normalizar la conducción de los fiscales. Por supuesto siguen sonando nombres que van desde los de Raúl Garzón y Guillermo Gonzáles hasta el de Bettina Croppi. Precisamente, la fiscal número dos de violencia familiar, además de tener una trayectoria intachable, contaría con el beneplácito de la diputada nacional Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti. Según comentarios de pasillo, la legisladora tendría ganas de repetir la experiencia de la Policía con la designación de la comisaria Liliana Zárate como jefa. Entre tantos hombres, Vigo querría que en la Fiscalía General haya perfume de mujer.