Cada vez que se descubren o denuncian casos de abuso sexual se impone la prudencia por tratarse de hechos de instancia privada, muy delicados y con graves consecuencias para las víctimas, muchas veces, menores de edad. Sin embargo, no dejan de impactar fuertemente por distintas razones. En los últimos tiempos, varios sacerdotes católicos, pastores evangélicos y laicos vinculados con diferentes religiones fueron condenados, dejando además la casi certeza que son sólo algunos entre muchos otros casos desconocidos u ocultados. Si bien la presunción de inocencia se mantiene hasta la condena, las medidas ordenadas por el investigador suelen corresponderse con el volumen y calidad de pruebas que involucran al imputado.
En el caso del padre Patricio Cruz Viale, imputado por abuso sexual ultrajante calificado por ministerio de culto (de 5 años y 4 meses a 12 años de prisión según el Código Penal), y a pesar del hermetismo con el que instruye la causa el fiscal Juan Ávila Echenique, lo que trascendió es que la prueba que lo involucra sería importante y, de hecho, se dispuso la detención del cura de la iglesia de Schoenstatt. La víctima del abuso sería una mujer de 46 años, quien aparentemente había comenzado a concurrir de manera asidua a los oficios de Viale en el santuario de la subida del Cerro de las Rosas.
En ese contexto, y aprovechándose de alguna vulnerabilidad de la mujer, el cura la habría sometido en su propio despacho. Esta mujer, primeramente habría denunciado lo sucedido en el ámbito de la propia iglesia, pero al no encontrar respuestas acudió a los tribunales con el acompañamiento del abogado Benjamín Sonzini Astudillo. Por su parte, el defensor Ignacio Carranza dijo que Viale es inocente y que está sorprendido por la acusación.
Claro que no deja de sorprender el currículum del imputado, integrante además de una familia muy vinculada al culto religioso, ya que fue un estudiante brillante en el Colegio Lasalle, doctor en teología moral y escritor de varios libros reconocidos y exitosos. Podríamos decir, si las presunciones se confirmaran, que estaríamos una vez más frente a un abusador que, valiéndose de la predominancia que le otorga “la sotana”, se revela como un pecador que cruza una raya prohibida, y de la peor manera. Lo cierto es que la investigación avanza, y en medio del estupor social que ya ha generado, la situación judicial de Patricio Cruz Viale pareciera ser muy complicada.