Recolectores de billetes ajenos

El ojo de Horus

Recolectores de billetes ajenos

Qué lejos quedaron aquellos tiempos de gremialistas como René Salamanca, Agustín Tosco, Atilio López y tantos más que lo dieron todo en favor de los trabajadores, a quienes representaron con altísima dignidad. Por eso fueron perseguidos por la Triple A y la dictadura genocida, mientras otros esperpentos integrantes de la llamada burocracia sindical se quedaban con un jugoso botín manchado de sangre y traición.

Ya con la democracia recuperada, y así como en el mundo empresarial, de la política, del periodismo y de otros ámbitos, en el gremialismo argentino hubo muchos “buenos” y también muchos “pícaros afanancios”. El próximo 15 de octubre finalmente comenzará en el Tribunal Federal Uno de Córdoba (integrado por los jueces Díaz Gavier, Falcucci y Carolina Prado, y con la acusación del fiscal Hairabedian), la causa conocida como Surrbac y que tiene como imputados a los principales directivos del gremio de los recolectores de la basura y barrido de nuestra ciudad, y también a cinco de sus hijos.

La investigación hecha en su momento por el fiscal Senestrari involucró a 19 acusados, siendo Mauricio Saillén y Pascual Catrambone los cabecillas de una presunta asociación ilícita que se dedicaba al lavado de activos, a la usura y a la administración fraudulenta de los recursos de los afiliados y de la mutual del sindicato. Los hechos habrían comenzado en 2009 y se habrían extendido hasta el 2018. Básicamente consistían en maniobras de apropiación de altísimos intereses por préstamos a los propios trabajadores, dinero con el que habrían comprado una gran cantidad de costosos muebles e inmuebles, rodados y propiedades en importantes barrios cerrados.

Debemos recordar que Saillén y Catrambone están al frente del Surrbac desde el año 2002. De hecho, en septiembre de 2022 fueron reelegidos con casi el 99% de los votos de los afiliados que participaron del comicio. Así las cosas, dentro de un par de semanas deberán defenderse de una grave acusación que, de probarse, podría condenarlos a importantes penas de prisión efectiva, donde ya estuvieron de modo preventivo. Por supuesto que nadie es culpable hasta que las certezas así lo confirmen. En definitiva, el juicio que se viene será extenso y servirá para mostrar si los acusados se dedicaban a la recolección de la basura… o a la recolección de billetes ajenos.

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