¿Se animarán?
A partir de la reforma constitucional de 1994, podríamos decir que son cuatro los poderes que sostienen a nuestra República. El Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y el Ministerio Público Fiscal (Procuración General) integrada por los fiscales federales de todo el país. Lamentablemente, también este poder ha sido usado políticamente en los últimos años para sostener el “lawfare” y es así que, desde el 31 de diciembre del 2017, Eduardo Casal ocupa su jefatura, en un insólito interinato del que ya se cumplen casi 8 años. Recordemos que ese cargo estaba ocupado por Alejandra Gils Carbó, quien renunció denunciada y fuertemente presionada y luego de amenazas telefónicas que recibió su hija. (número publicado por el diario Clarín).
Hace algunos días, el ministro de justicia de Gobierno Nacional, Mariano Cúneo Libarona, puso a disposición de los fiscales un edificio de 5.000 metros cuadrados ubicado en el predio del Espacio de la Memoria donde funcionó la Esma, en la ciudad de Buenos Aires. El pretexto es la implementación del nuevo código procesal penal federal en Caba y según la resolución del presidente Milei, el objetivo es “fortalecer la infraestructura judicial y favorecer la lucha contra la inseguridad”, en un lugar destinado a “cuestiones ideológicas y político partidarias”. Según lo manifestado mediante un comunicado, lo importante es una justicia eficiente que ponga presos a los delincuentes.
Por supuesto, a nadie escapa que esta medida tiene un claro correlato simbólico, ya que la Esma (Escuela de Mecánica de la Armada) fue el centro clandestino más importante de secuestros, torturas y crímenes durante el Terrorismo de Estado en nuestro país. Son 17 hectáreas que forman parte de un Espacio de la Memoria, además declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Según los juicios por los delitos de lesa humanidad ya realizados en nuestro país, alrededor de 5000 víctimas pasaron por la ex-Esma, y por lo tanto se trata de un lugar demasiado especial como para ser usado en algo diferente a la Memoria y al Nunca Más. Por supuesto los diferentes organismos de Derechos Humanos ya expresaron su oposición a semejante decisión. Es inimaginable por ejemplo, que el campo de concentración de Auschwitz sea refuncionalizado para trabajos administrativos. A todo esto… ¿Qué harán Casal y los fiscales? ¿Ocuparán la ex- Esma? ¿Se animarán?
¡De milagro!
La Cámara Quinta del Crimen condenó la semana pasada a Daniel Herrera a 13 años de prisión por lesiones gravísimas agravadas por el vínculo y violencia de género, en contra de su esposa, Milagros Herther, por un hecho sucedido en Colonia Tirolesa el 1 de septiembre del año 2018. Según la investigación judicial, la víctima y el victimario formaron pareja en el año 2013 y siendo ambos muy jóvenes, él de 23 años y ella de sólo 14. Al año siguiente tuvieron una hija y dos años después, un hijo. Lo que la investigación pudo confirmar es que desde el primer momento Herrera ejerció un violento dominio sobre ella, golpeándola y controlándola hasta en las conductas mínimas de su vida.
Ahora bien, sobre el hecho del que resultó condenado, Herrera habría intentado matar a Milagros pero simulando un accidente. Fue así, que aquel 1 de septiembre y luego de mentirle en complicidad con un amigo (Héctor Díaz), en una zona descampada de Tirolesa y mientras ella circulaba en una moto, desde la oscuridad Herrera la sorprendió pegándole muy fuerte desde atrás con un caño, provocándole un traumatismo grave de cráneo. Si bien ella logró verlo cuando estaba malherida en el piso, no podía ni siquiera hablar y entonces la policía creyó la versión que se había tratado de un accidente. Luego de permanecer en estado de coma durante 3 meses en el Hospital San Roque, Milagros logró salvarse. Entonces Herrera la llevó a vivir a la casa de su propia madre para evitar que lo delate. En ese contexto y temeroso que se descubriera la verdad, este sujeto volvió a someterla a brutales golpes y amenazas, incluyendo también en esta “locura” a sus propios hijos pequeños. Como si fuera poco, una noche intentó desprogramarle con un imán la válvula de flujo que le habían colocado a ella en su cabeza, volviendo a fallar en su plan criminal y sólo porque el imán era pequeño. Finalmente en septiembre del 2019, Milagros pudo aprovechar que sus padres la llevaron a la iglesia a la que concurrían para contarles la verdad sobre “su marido asesino”. Él por supuesto, la había amenazado con matar a la hija de 4 años si ella revelaba lo ocurrido. A pesar del terror que sentía, Milagros pudo declarar en la comisaría de Tirolesa y en las oficinas de Violencia de Género.
Increíblemente, la causa ingresó en un extraño letargo y recién se reactivó en el año 2022, gracias a una nueva denuncia por el eventual daño que Herrera podría hacerle a sus propios. Esta “pereza” no pasó desapercibida para el fiscal Marcelo Fenoll y la apoderada de la querella Valeria Trotti, quienes durante el juicio expresaron una profunda preocupación por la “invisibilización institucional” de este caso tan espantoso. Primero tratándolo como un accidente de tránsito y luego sin advertir la gravedad de la situación. Podemos asegurar entonces, que ha sido de una suerte extraordinaria que la víctima haya logrado sobrevivir a tantas circunstancias adversas. Sin dudas, Milagros Herther está viva ¡de milagro!