En la Cámara Séptima del Crimen tres jóvenes podrían ser condenados a prisión perpetua la semana venidera. Entre el miércoles y el jueves se harán lo alegatos y se leerá el veredicto en el juicio por el brutal asesinato de Alberto Medina de 62 años en Villa Boedo. Los acusados de homicidio criminis causa (para tapar un delito anterior) son Elías Ludueña, Fabricio Ortiz y José Perulero, por un hecho que sucedió el 11 de agosto de 2022.
Esta tragedia se inició cuando delincuentes aparecieron de la nada y sorprendieron a Ana Medina (hija de la víctima) quien estaba con un bebito y su pareja Cristian Soria. Intentaron robarles un celular y en esa circunstancia irrumpió Alberto Medina para escarmentar y correr a los ladrones, quienes armados, hicieron disparos al piso y sin herir a nadie. Pero enfurecidos y rabiosos, fueron a buscar a Ludueña, y regresaron para darle su merecido a ese hombre que «no los había dejado robar». Fue allí que sacaron un revolver y le apuntaron directamente al pecho. Eran alrededor de las 15 cuando, agonizando, Medina fue llevado al Hospital de Urgencias, pero sin que los médicos pudieran salvarle la vida.
Cegados por el odio y el resentimiento, destruyeron a una familia, pero también a sus propias vidas, ya que si los jueces hacen lugar al pedido de condenas a perpetua que seguramente formulará el fiscal Sergio Ruiz Moreno, pasarán las próximas décadas en la cárcel de Bouwer. Quisieron «marcar el territorio» y demostrar que quien intentará impedir que robaran pagaría con su vida semejante osadía. Por eso lo fueron a buscar a Medina, directamente a matarlo y «haciendo blanco» en el pecho para que ni siquiera tenga chances de sobrevivir. Claro que, en esos segundos frenéticos, y justo antes de apretar el gatillo, le gritaron: «viejo botón».