El terror, poesía y los dineros públicos

El terror, poesía y los dineros públicos

Se publicaron las bases para el Concurso literario del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y, de inmediato, distintos escritores y poetas de todo el país inundaron las redes sociales con opiniones cruzadas. Mientras unos apoyan los cambios que se introdujeron, otros lanzan ataques, matizados de ironía, contra Mariana Enríquez, la nueva directora del área de Letras del FNA, quien delimitó para la edición 2020 un nuevo formato.

Y es una discusión de fondo del campo cultural argentino porque, a diferencia de lo que ocurre con otros certámenes literarios, los premios que otorga el Fondo Nacional de las Artes ocupan un lugar destacado en el mundo literario. La diversidad de jurados, la valoración de los textos por fuera de la lógica del mercado, y la posibilidad de que los autores conserven los derechos de su obra son factores determinantes a la hora de hablar del prestigio del concurso, y de la habitualmente enorme cantidad de participantes.

Este año, la pandemia parecía imponer otras prioridades. El FNA otorgó becas excepcionales para ayudar a diversos trabajadores de los diversos sectores del arte y de la cultura, y nada indicaba que abriera la convocatoria. Pero se hizo. Y con diferencias. 

El primer cambio significativo fue que, en un intento por federalizar un concurso que suele favorecer a escritores de Capital Federal o Buenos Aires, se dividió el país en regiones; de esta manera, se participará según el lugar de residencia, habrá un único premio nacional, y otros para cada zona del país. 

El otro cambio sustancial fue en relación a los géneros: mientras antes los premios se dividían en categorías formales (poesía, novela, cuento, ensayo), en esta ocasión solo podrán participar aquellas obras que se ajusten a tres géneros temáticos: la ciencia ficción, el terror y el fantástico. HOY DÍA CÓRDOBA consultó la opinión de algunos creadores locales.

El lugar de la poesía 

La novedad es que la poesía queda relegada a un puesto muy incómodo” comenta el poeta Maximiliano Spreaf. Es un buen desafío, sin duda difícil de digerir para la gran mayoría de los poetas, por eso la polémica. De todas maneras, no participar sería una buena forma de mostrar el descontento.”

Spreaf le quita dramatismo al asunto y considera que peor sería que no se realizara el concurso. Yo estoy esperando que anuncien en Diciembre a los ganadores. Eso sí va a generar una polémica de verdad. Hasta quizás el premio para poesía quede desierto, lo cuál sería genial de alguna manera.”

Distinta mirada aporta Pablo Giordano, poeta y narrador oriundo de Las Varillas, a quien le sorprendieron las burlas por el supuesto absurdo de las temáticas para este género específico. La poesía es forma, no temática, así que tampoco veo limitantes. El único limitante es que este año no podremos mandar nuestros poemas.”

Giordano ve con buenos ojos la división del premio en regiones, aunque entiende que no resuelve el problema de fondo histórico. Las chances de hacer ‘carrera’ literaria para alguien del interior, sin mudarse a Buenos Aires, es pequeñísima. Y esto no tiene que ver con una discriminación de base, que a veces existe, sino de una simple ecuación matemática: la mayor parte de la maquinaria literaria se concentra en Capital. ¿Adivinen dónde viven los escritores tucumanos o mendocinos que lograron reconocimiento?”

Inclusión / exclusión

Mirian Pino, doctora y especialista en literatura policial latinoamericana, y fiel colaboradora del ciclo Córdoba mata”, entiende que la regionalización permitirá dar mayor visibilidad a las producciones del interior del país.

Ahora bien, al analizar la circunscripción a los géneros, considera que la tipología no deja ver la rica variedad de temas y géneros cultivados en nuestra cultura. Asimismo los géneros se modifican a lo largo del tiempo, son parte activa de las culturas de nuestro país. Con esto quiero evidenciar que si todos acordamos qué alcances poseen cada uno de ellos, si tenemos claro las modificaciones que poseen por efecto del devenir temporal.”

Otra mirada le imprime Ximena Pascutti, editora de la revista Rumbos”, quien comprende la voluntad de impulsar géneros marginados desde una propuesta de concurso atípica en lo estilístico y en un tiempo a todas luces excepcional. Me gustaría leer esos libros que seguramente estarán atravesados por la pandemia y sus sensaciones.”

La periodista también reconoce la validez del reclamo de tantos escritores que esperan la convocatoria del FNA para mandar sus trabajos a un concurso que tiene una lógica histórica. Muchxs escritorxs están pidiendo poder participar” concluye Pascutti. Y a fin de cuentas este concurso es para dar a conocer sus palabras, sus libros, para ellxs, que también están atravesando una época excepcional desde lo anímico y lo laboral”. 

Creo que se impone recalcular: reconsiderar las bases del concurso, o pensar otra alternativa para que participe quien quiera. Más que nunca, lo inclusivo, lo que nos ayude a todxs a salir adelante tiene que ser la marca de estos tiempos», concluye.

Por su parte, el narrador y periodista Cezary Novek, habitual columnista de HOY DÍA CÓRDOBA, considera que la discusión carece de sentido. Estas polémicas de redes sociales sobre el mundillo literario son intrascendentes, innecesarias, de perros flacos, sarnosos, que se matan a tarascones por achuras abombadas y llenas de moscas en la puerta del matadero”. 

Cultor del género de terror, Novek entiende que hay múltiples concursos y espacios para hacer circular las obras. Nadie está quedando fuera. Lo único que importa es que alguien cuente una buena historia o escriba un buen poema. Que se lo pueda encasillar en un género es un accidente.”

La discusión sigue abierta y enfrenta a numerosos escritores, tal como ocurrió hace algunos meses con el debate en torno a la piratería de libros en PDF. Eufóricos, enojados, molestos, felices, algunos con análisis profundos, otros con comentarios realmente divertidos. Los posteos están ahí, para leer y entretenerse. 

La arena de lucha de hoy son las redes sociales. Quizás, en algún momento, vuelvan a ser las obras.

Salir de la versión móvil