¿El viaje como signo de escape? ¿Por qué necesitamos, imperiosamente, poner en disputa la idea de irnos del país en búsqueda de un futuro lejano? A partir de estas preguntas, se suceden los hechos que ilustran la película cordobesa Paraíso”, interpretada por Marina Arnaudo y Fabio Camino.
Sofía, la protagonista de la historia, regresa a Argentina luego de un largo viaje por el mundo. Tras su vuelta, se instala en una cabaña de Traslasierra, con el fin único de buscar la diversión. El film propone un vaivén interesante entre el bullicio y la fiesta, en contraposición con la soledad y la falta de proyectos solventes. Además, ingresa en la escena Lautaro que, al comienzo, parece ser un simple amigo, aunque, tiene una importancia sustancial. Ambos disfrutan el día en la pileta y todo marcha bien. Sin embargo, no están solos: Clara, una chica que Sofía conoció la noche anterior, comparte el espacio con ellos. Los roles que cada uno ocupa reflejan los vínculos en la posmodernidad: efímeros, sin compromiso y líquidos, haciendo mención al concepto desarrollado por el sociólogo Zigmunt Bauman. En este punto, los excesos tapan vacíos que producen la falta y el malestar general.
La tarde cae y los preparativos para la velada reaparecen como un síntoma. Clara invita a un amigo que se chapó” en una fiesta electrónica (la misma a la que acudió Sofía) y entre conversaciones, surge la discusión. Lautaro cree que el viaje” es una vía de escape, mientras que el resto asiente, sin demasiada importancia, salvo para Sofía, que se levanta abruptamente de la mesa. Tras el incidente, deciden olvidar la incomodidad del momento, bailando hasta el amanecer.
Pablo Falá desnuda los sentimientos del día y la noche que, entre metáforas, representan los de Sofía, quién, envuelta en un círculo vicioso, no tiene las herramientas necesarias para enfrentar sus temores más profundos. Cabe destacar, además, que el director destapa las emociones contenidas de una pareja que tiene mucho por decirse, pero que la distancia inducida por un viaje al exterior y el tiempo no son suficientes para sanar una historia en la que el compromiso afectivo está en juego.
Las actuaciones de Sofía Lanaro y Ernesto D’Agostino completan este reparto, de la primera producción local con audio descripción para ciegos y subtitulado para sordos, disponible en las plataformas Teilú y Cine.ar Play.