De la cárcel de mujeres a un comedor comunitario

Karina Figueroa estuvo presa y fue víctima de violencia de género. Eligiendo la resiliencia como camino, logró dejar atrás su pasado para construir un presente definido por la solidaridad y la constante lucha. Actualmente lleva adelante un comedor comunitario en Barrio Betania y acaba de publicar su primer libro llamado Experiencias Vividas”

De la cárcel de mujeres a un comedor comunitario

Por Francesca Bottaro Castilla

Soy ella, soy aquel, soy yo la ‘Cacho’ querida, soy la que milita, soy esa la que inventa poesías, soy como las hojas de un cuento que va lento, pero también soy veloz en el cuaderno. Soy mala como el fuego que quema en el encierro. Soy buena como el agua cuando te lava”.

Karina Figueroa es muchas cosas juntas, porque la vida le dio razones para serlo, porque las injusticias le pasan como balas peligrosas rozándole el lateral del cuerpo y ella, la morocha atrevida entrometida” no puede quedarse de brazos cruzados ante un barrio donde hacen falta miles, revolviendo ollas, colocando ladrillos, escribiendo historias.

Karina Figueroa, tiene 35 años y vive en el ex barrio Chino, actualmente llamado Betania, donde es referente, promotora barrial y coordinadora de programas de inserción comunitaria. Allí, con la cooperación de compañeros del barrio, alimenta y brinda apoyo escolar a 120 familias en el comedor Los peques de Betania”, el cual logró abrir en su propia casa luego de obtener la libertad.

Karina, también conocida como La Cacho querida”, se define como víctima de violencia de género, militante y en la lucha”. Luego de salir de la cárcel comenzó en 2018 un taller de escritura creativa, facilitado por Victoria Revol, su actual editora, donde encontró una poderosa herramienta para poder contar algunas crudas experiencias, que vivió y superó. Recuerdo que miraba el cielo, observaba los paredones asomándose en el lugar, rodeando una parte del paisaje y aquello me hacía sentir en libertad”, expresa en su libro refiriéndose a sus tiempos de encierro. Escribir fue mi salida al encierro cuando estaba en la cárcel”, cuenta.

En dicho taller, Kary se dio cuenta que quería cumplir un sueño: escribir un libro para poder contar su historia de lucha en primera persona. Al hacer el taller de escritura, se hizo amiga de Victoria Revol, y juntas fueron creando el libro Experiencias Vividas”, que actualmente está a la venta y fue presentado recientemente en el ministerio de la Mujer de la provincia.

En mi barrio no hay arte, no hay cultura, no existe todo eso. Es la primera vez que sale un libro en este lugar, y de alguien como yo: una víctima de violencia de género y ex presidiaria, ¿cómo me iba a imaginar yo tener la posibilidad de escribir un libro?” confiesa Karina con emoción en la voz.

Experiencias Vividas” es una obra que reúne poesía del barrio y poesía que nos quita el barro seco del corazón” tal como detalla la contratapa del libro. Un libro de 100 páginas que es mucho más que un libro, es un medio por el cual se denuncian injusticias, se entrelazan dolores a corazón abierto y se construye, relato a relato, la sólida posibilidad de crear un mundo más esperanzador e inclusivo.

Todo lo que se recaude económicamente con el libro, va a ser invertido para ampliar el comedor, ya que cada vez son más los chicos y familias que asisten y necesitan un plato de comida”, expresó Victoria Revol, editora y productora del libro.

Quien se deje atravesar por la lectura que brinda las letras de Karina, será de seguro interpelado por una voz que quiere construir con solidaridad, resistencia y lucha, un mundo mucho más justo.

La Kari” a través de sus poesías nos narra una historia de transformación que nace desde los contextos más vulnerable y populares de la provincia de Córdoba: Soy yo, la Cachito la mejor, esa que superó día a día una violencia impuesta en su vida”.

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