Cada 13 de abril se conmemora en Argentina el Día de la Numismática, en recuerdo del momento en que la Asamblea General Constituyente del año 1813 ordenó la acuñación de las primeras monedas nacionales. Esta decisión marcó un hito en la afirmación de la soberanía económica del país y dejó atrás los símbolos del poder colonial español.
El decreto fue firmado tras la toma de la Casa de Moneda de Potosí, el 20 de febrero de 1813, por el Ejército del Norte liderado por el general Manuel Belgrano. Esta victoria militar, junto a las previas en Tucumán y Salta, permitió a las Provincias Unidas del Río de la Plata impulsar un cambio político y simbólico clave: la creación de una moneda propia.
A partir de un proyecto del legislador Pedro Agrelo, la Asamblea aprobó por unanimidad la emisión de monedas de oro y plata en Potosí —hoy en territorio boliviano—, con diseños que reflejaran los ideales revolucionarios. Mientras que las piezas de oro fueron escasas debido a la falta de metal, las emisiones de plata fueron más numerosas, en denominaciones de 8, 4, 2, 1 y medio real.
Una nueva cara para una nueva nación
Las monedas mantuvieron el peso, la pureza y el valor del sistema monetario español, pero su diseño fue transformado completamente. En una de sus caras, lucían un sol radiante con ojos, nariz, boca y 32 rayos alternados, rodeado por la leyenda “Provincias del Río de la Plata”. En el reverso, figuras como cañones cruzados, banderas y un tambor reforzaban el concepto de libertad, en las piezas de oro exclusivamente. Estas piezas también incluían el monograma PTS (de Potosí) y la inicial J, correspondiente al ensayador José Antonio de Sierra. El canto presentaba hojas de laurel en las de plata y estriado en las de oro.
Si bien la emisión fue breve —las derrotas en Vilcapugio y Ayohúma obligaron a la retirada revolucionaria—, su impacto simbólico fue enorme. La nueva moneda reemplazó al rostro del rey por el Sol Incaico, y a los símbolos del Reino de España por la inscripción “En Unión y Libertad”.
Numismática: una ciencia que preserva identidad
Santiago Rimondino, coleccionista y autor del libro Amonedación Medieval Rusa, destaca la importancia de esta fecha no solo como efeméride histórica, sino como una reivindicación del valor simbólico de la moneda. “La moneda es lo más barato que produce un país, pero para mí es lo que más representa su soberanía”, señala. Rimondino indica que el aspecto más fuerte de esta fecha tiene que ver con los cambios de diseño: “Es exactamente igual, tiene hasta el mismo nombre, el real, y sin embargo, vale la pena hacer todo un cambio enorme para sacar la cara del rey y poner el Sol Incaico, para sacarle la frase, el nombre del reino español y poner en Unión y Libertad. Hay una importancia que va más allá de lo material”.
Además, resalta el rol del coleccionismo como puente entre el pasado y el presente: “Guardar estas piezas es tener un espejo de lo que fuimos y de lo que somos. Coleccionar es preservar, preservar es investigar, e investigar es divulgar”.
Rimondino resalta el carácter simbólico y la importancia en la ciencia de la colección de monedas: “La numismática argentina no es solo un hobby, sino una disciplina que dialoga con la historia, la arqueología y la identidad nacional”, concluye.
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Fuentes consultadas: Christian Palma (@no.tengo.un.cobre) y Santiago Rimondino (@rimorimondino), referentes de Numismática en Córdoba.