Los trabajadores del Museo del Louvre iniciarán este lunes una huelga por tiempo indefinido para reclamar mejoras laborales, mayor presupuesto y medidas urgentes en materia de seguridad, ante el deterioro de las instalaciones y la reducción sostenida de personal en los últimos años.
“Hay tal nivel de exasperación que todo indica que las condiciones están dadas para una huelga muy potente”, afirmó este domingo Christian Galani, representante del sindicato CGT en el Louvre, en declaraciones a la cadena BFMTV.
Aparentemente, los sindicatos CGT, CFDT y Sud presentaron el preaviso de paro y convocaron a una asamblea general a primera hora de este lunes, en la que se definirá el alcance final de la protesta.
Galani insistió en la necesidad de “priorizar y establecer una jerarquía de medidas de emergencia”, especialmente frente al “estado ruinoso del edificio y la seguridad de la institución”. De acuerdo con los gremios, en los últimos 15 años el museo perdió más de 200 puestos de trabajo sobre una plantilla aproximada de 2.200 empleados, mientras la afluencia de público no dejó de crecer.
En 2024, el Louvre recibió 8,7 millones de visitantes, el 69 % de ellos extranjeros, consolidándose como el museo más visitado del mundo. En ese contexto, los trabajadores cuestionan el nuevo esquema de tarifas que entrará en vigencia en enero. Desde el 14 de ese mes, la entrada para visitantes no residentes en el Espacio Económico Europeo pasará de 22 a 32 euros, un incremento del 45 % que las autoridades justifican como una forma de financiar la conservación del patrimonio. Para los sindicatos, la medida “crea una discriminación inaceptable”.
Entre los reclamos centrales figuran la anulación del aumento tarifario, la incorporación de al menos 200 trabajadores en el área de seguridad, mejoras salariales y un cambio en el actual modelo de gobernanza del museo, al que describen como piramidal y excesivamente compartimentado.
En la antesala del conflicto, el Ministerio francés de Cultura anunció la designación de Philippe Jost, presidente del organismo público encargado de la reconstrucción de Notre Dame, para encabezar una misión de dos meses destinada a proponer “medidas y cambios necesarios” para afrontar los desafíos del Louvre. Jost trabajará bajo la supervisión de la presidenta del museo, Laurence des Cars, y presentará sus conclusiones a fines de febrero.
Desde el Ministerio advirtieron al diario Le Figaro que un cierre prolongado del museo tendría un impacto económico estimado en unos 400.000 euros diarios, además de un fuerte costo simbólico.
En las últimas semanas, el Louvre fue escenario de varios episodios críticos. A fines de noviembre, una avería en las tuberías provocó una inundación que dañó cientos de libros antiguos de la biblioteca de antigüedades. Días antes, se clausuraron oficinas y una galería de antigüedades griegas por problemas estructurales.
El episodio más grave ocurrió el 19 de octubre, cuando un grupo de ladrones robó joyas de la corona francesa de la Galería de Apolo. Si bien los sospechosos fueron detenidos, las piezas sustraídas aún no fueron recuperadas.
El Mercado de Arte Contemporáneo cerró con un balance positivo









