Por Juan Ignacio de Rezendes (de nuestra Redacción)
Sabor Canela y un Poquito de Café es una banda de cumbia formada en la ciudad de Córdoba. Desde el 2013 recorre distintos puntos del país trasladando una fusión de música latinoamericana, salsa, cumbia y “en donde prevalece la fiesta, el amor, la alegría y mucho, calor humano”. El proyecto congrega artistas de todo el país con una visión federal e integradora. Los protagonistas de la canción alborozada son: Bruno Spilman (paletas), Sergio “Checho” Flores (congas), Anita (güira), Emanuel Oliva (voz y composición), Diego Tercel (percusión), Sergio Vera (guitarra), Diego Gómez (teclas), Ornella Mazzucco (guitarra y voz), Trinidad Bertero (bajo) y Jony “Tango” Vargas.
Hace unas semanas, el equipo integrado por diez intérpretes compartió el escenario de la Plaza de la Música junto a Los Caligaris. Tras ello, presentaron su show de fin de año el viernes 15 de diciembre en Studio Theater. Así, el cantante de la banda, Emanuel Oliva, resume que el año que pasó como “súper positivo” aunque tuvieron que atravesar por un fuerte proceso de introspección para “fortalecer el grupo”. Sabor Canela participará por segunda vez del Festival Cosquín Rock 2024. Además, Oliva anticipó la posibilidad de lanzar un nuevo trabajo discográfico y el desarrollo del show en celebración de los 10 años del conjunto. Hasta la fecha, la agrupación cuenta con tres álbumes de estudio: “Cumbia master wey” (2017), “Movimiento eléctrico (2019) y “After en Hong Kong” (2022).
Emanuel Oliva, nació en la provincia de Chubut y cuenta que llegó a Córdoba para estudiar sonido en el año 2012 y posteriormente música. “Me gusta Córdoba porque tiene una movida mucho más desarrollada que en el sur. Entonces hay muchas más posibilidades para quien se dedica a la música.”, expresa. Su padre trabaja en Radio Nacional y en repetidas ocasiones ofició de maestro de ceremonias en diversos festivales nacionales. Allí inició su interés por la música: “A los 5 años yo me iba con él y me encantaba estar en el escenario. Si me pedían que cantara en la radio, también lo hacía”, relata el cantante de 34 años.
HDC: En Sabor Canela son diez integrantes, son muchos para andar conviviendo entre viajes, egos y frustraciones. ¿Cómo es el día a día de la banda?
Realizamos mucho trabajo interno y eso se refleja en el laburo que hacemos todos los días, más que nada para poder disfrutar del camino, de estar juntos, de crear juntos y no que sea algo que nos pese. Somos conscientes de que pueden haber roces y surgir cosas negativas como todos los grupos. Lo importante es la comunicación. En realidad lo que buscamos es estar bien y disfrutar de esto, que es un privilegio: hacer música y trabajar de lo que nos gusta.
HDC: Ese vínculo, esa estrechez, ¿se vio afectado durante la pandemia para poder reinventarse?
La pandemia, no sé si puntualmente. Fue un paréntesis en la vida de todos. Lo cierto es que ayudó así a repensar estrategias y planes para llegar a la gente tales como los streamings. Pero lo que más ayudó a que todo esto se mantenga y no se caiga el proyecto, ya teniendo diez años, es la charla, el compartir, el revivir la llama. No quedarse cómodo en un lugar o por miedo a decir las cosas y a movilizar un grupo. Reconocemos que a veces los procesos son largos, molestos, pero en un punto llega el acuerdo. Ahora estamos ideando un show nuevo y armando la gira.
HDC: ¿Te gusta componer? ¿En qué te inspiras al momento de escribir?
Compongo un montón. Todos los meses hago canciones. La inspiración depende del momento en que esté viviendo. En Pandemia surgieron ciertas canciones, en invierno salen temas generalmente un poco más nostálgicos. En el verano y la playa salen otras cosas. Todo depende del contexto y de lo que estoy atravesando en ese momento.
HDC: ¿Sentiste alguna vez que había prejuicios con la música que hacían o una mirada negativa hacia la cumbia como un género menor?
Sí, sí, pero eso es común. Es algo normal pero que a la vez se va disolviendo. Creo que en algunos momentos todos fuimos prejuiciosos. Pero bueno, eh, esas cosas se caen y se rompen. En definitiva si te llega una canción por más de que sea un tango, una cumbia, un punk rock; si es un buen trabajo el género no tiene mucha importancia.