La llama paralímpica irradia ya su luz y calor desde ayer en Tokio, después de la ceremonia inaugural en el Estadio Nacional, 16 días después de la clausura de los Juegos Olímpicos y un año después de la fecha prevista inicialmente.
«Declaro abiertos los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020», pronunció detrás de su mascarilla blanca el emperador de Japón, Naruhito, desde el palco de autoridades del estadio, privado de espectadores debido a la puerta cerrada generalizada decretada para hacer frente a la quinta ola de covid-19 que golpea Japón.
Apenas algunas autoridades y medios de información pudieron asistir al espectáculo y al desfile de las delegaciones que supone el punto de partida de 13 días de una exposición mediática inusual en los deportes paralímpicos, ya que se espera una audiencia de cuatro mil millones de telespectadores a lo largo de la cita, según el Comité Paralímpico Internacional (CPI). Hasta el 5 de septiembre, 4.400 deportistas paralímpicos aspirarán a las 539 medallas de oro en liza, indicó AFP.
Entre un celoso y estricto control sanitario por el aumento de los casos de Covid-19, la delegación nacional fue una de las importantes en la cita paralímpica en la ceremonia llevada a cabo en el Estadio Nacional de Tokio.
Desde este 24 de agosto, con el desarrollo de la ceremonia de apertura, hasta el próximo 5 de septiembre, los atletas paralímpicos estarán en búsqueda de alcanzar medallas, romper marcas, pero sobre todo poder alcanzar el sueño de formar parte de la cita paralímpica. Argentina abrió su paso en Tokio 2020 con el grupo que alcanza los 57 atletas en el que tuvo a la velocista Yanina Martínez y el judoca Fabián Ramírez quienes llevaron el pabellón nacional.
Entre las delegaciones, Japón presenta la delegación más numerosa, con 254 deportistas, por delante de China, dominadora del medallero en todas las ediciones desde 2004. El archipiélago nipón registra un récord de 25.000 casos diarios estos últimos días y Tokio afronta su octava semana de estado de urgencia.
Algunos hechos en el recinto así lo recordaron: la ausencia de deportistas de Nueva Zelanda o la reducción de la presencia brasileña a cuatro personas de los 234 deportistas paralímpicos presentes en Tokio. A última hora, la bandera paralímpica hizo su entrada en el recinto, llevada por trabajadores esenciales durante la pandemia.