Boca va por todo y ya prepara lo que será una suerte de “revancha” contra el Bayern Múnich por aquella Intercontinental del 2001. Quedan solo un día para que el Xeneize vuelva a pisar lo que otra vez será un colmado Hard Rock de Miami y Miguel Ángel Russo ya empezó a delinear la formación.
A la espera del táctico para mayor claridad, se perfilan tres cambios con respecto al once que empató 2-2 ante Benfica, de los cuales dos serán obligados ante las expulsiones de Nicolás Figal y Ander Herrera, quien además está lesionado.
Ya a la par del grupo tras una molestia, Lautaro Di Lollo suma todo los números para ocupar el lugar del exIndependiente como primer marcador central y acompañar a Ayrton Costa, la figura de Boca en el debut del Mundial de Clubes, en la zaga. Ambos tendrán la dura tarea, ni más ni menos, de marcar a Harry Kane, uno de los máximos goleadores a nivel internacional.
Además, por Herrera entraría el mismo soldado que ingresó tras su lesión a los 20 minutos y estuvo a la altura del encuentro: Tomás Belmonte, para nuevamente compartir el doble 5 con Rodrigo Battagalia y así darle orden a un Boca que deberá doblegar esfuerzos ante el gran cuco del Grupo C.
Al margen de las dos variantes indispensables que habrá en el Xeneize, en el cuerpo técnico de Russo ronda con fuerza la idea de hacer otro movimiento táctico: que Malcom Braida se mueva como volante por la derecha en reemplazo de Kevin Zenón.
El ex San Lorenzo, flamante refuerzo que llegó justamente para el Mundial de Clubes, se movió en ese sector en las últimas prácticas y podría tener su debut contra Bayern Múnich, que viene de golear 10-0 a Auckland City, este viernes. Otra vez, el esquema de Boca sería un 4-4-2 que se reconvertiría en 4-2-3-1.
