Este domingo 19 de octubre habrá elecciones en Talleres con un padrón de 31.000 socios habilitados para votar, un número comparable a varias ciudades del interior provincial.
Se presentan tres listas y la del oficialismo lleva a Andrés Fassi como candidato a la reelección y a Miguel Cavatorta como candidato a vicepresidente primero, lo que para muchos fue una sorpresa, ya que se trata de un profesional de larga trayectoria en sociedades civiles locales y fundamentalmente en comunicación institucional, pero como él mismo revela “es mi primera vez en una candidatura de esta jerarquía y este nivel de responsabilidad”. Hoy Día Córdoba dialogó con Miguel en el Centro de Alto Rendimiento del Club, sobre cómo imagina la próxima gestión si triunfan en las elecciones del domingo, su nuevo rol y algunos aspectos que han sido blanco de críticas de algunos hinchas e integrantes de las otras listas.
– ¿Tu incorporación en la lista encabezada por Andrés implica que de algún modo va a ser un poco menos personalista la gestión que se viene?
– Hay una hay una decisión de generar mayores espacios de conversación, de diálogo y de participación, mi presencia es claramente es una señal en ese sentido. En realidad las organizaciones requieren de líderes con un temperamento importante, sobre todo con cuando tienen la complejidad que tiene una organización como Talleres. Defender los intereses del club supone un escenario de decisiones siempre complejas, ¿no? Pero más allá del perfil de liderazgo de Andrés, que claramente es el que nos permitió salir de la magnitud de la crisis que teníamos en el 2014, él ha demostrado una enorme capacidad para armar equipos de trabajo, tanto directivos como profesionales y una organización como esta la resuelve en equipo de trabajo. Acá lo emocional también juega y el desafío de la administración es ponerle racionalidad y equilibrio entre el amor inalterable por los colores, pero con la sensatez para tomar decisiones que cuiden realmente la sustentabilidad del club.
– ¿Cuál va a ser tu rol si ganan las elecciones?
– El rol es jerarquizar el desarrollo institucional con nivel directivo, tratando de vincular como nunca antes formación directiva con función social. Fortalecer esa capacidad de articular lo público con lo privado, colaborar fuertemente para que el club que está sólido institucionalmente y ordenado administrativamente tenga programas más proactivos en términos de esa tarea comunitaria y también colaborar en la formación directiva. Esto implica montar una escuela de dirigentes porque nosotros entendemos que la sustentabilidad del club tiene que ver con una perspectiva económica que es la de generación de recursos y la administración equilibrada porque si no invertís no crecés. Pero también estamos convencidos que el fútbol es capaz de generar valor en muchas dimensiones: la tarea académica, la tarea social y la tarea comunitaria es estratégica. Entonces, para aquellos socios que decidan dar un paso de responsabilidad directiva tenemos que generar espacios y ámbitos de formación sobre esta especificidad, la especificidad de la gestión deportiva, la especificidad del liderazgo de organizaciones como esta en la comunidad y la especificidad del fútbol en el alto rendimiento. Hemos participado de instancias formativas propuestas por CONMEBOL y por FIFA. Hemos hecho un acuerdo muy interesante con la Johan Cruyff para la formación de dirigentes y en 2026 vamos a estar poniendo discusión un abanico de opciones para que, insisto, esto los socios que quieran se imaginen y decidan aportar su participación y su vocación de servicio para el club tengan herramientas de gestión porque el club es una organización compleja que compite globalmente.

– ¿Qué tienen que potenciar fuertemente si asumen la gestión que viene?
– Nosotros hemos tenido una enorme expansión institucional. En 112 años de vida de talleres, no ha habido más de 20 actos electorales y en nunca hubo más de 2.000 socios en condiciones de elegir. Que hoy haya más de 31.000 socios en condiciones de elegir proyecto y dirigentes es un enorme salto de calidad institucional. Por primera vez los socios sienten que de verdad el club es de los socios y tienen una oportunidad extraordinaria desde la perspectiva histórica de ejercer derecho, obligación, responsabilidad y compromiso de ver con qué dirigente y qué proyecto es el taller es del futuro. Semejante nivel de participación muestra por un lado el enorme esfuerzo que ha hecho la familia albiazul para sostener su cuota al día y sostenerla durante dos años de modo permanente. Eso hace que estén en el padrón electoral, un homenaje y un reconocimiento a ese esfuerzo, pero eso es una base para crecer hacia delante y en semejante magnitud calcula que con esa cantidad de socios. Desde esa perspectiva hay que evolucionar en portales de gobernanza para para ofrecer más información, hay que generar espacios para que la gente acceda a mejor comunicación y pueda participar en proyectos de un modo más concreto.
– ¿Es cierto esto de que se fueron muchos jugadores enojados?
– No generalizaría y y no afirmaría que todos se va mal. Lo que hay es, en la magnitud del club, siempre un juego de intereses y cada uno va a mirar el interés desde su propia perspectiva. El club tiene un recorrido donde capta jugadores con proyección, el protagonismo de Talleres los pone y los exhibe en un formato muy atractivo y por las condiciones claramente de la economía, de la institución y del ecosistema del fútbol, es altamente probable que esos mismos jugadores que tienen un desempeño destacado aquí, tengan proyección internacional. De hecho, Talleres ha sido de los de los equipos con más convocados a selecciones nacionales en una fecha FIFA, algo que no ocurría hacía eh muchísimos años. Consecuentemente, así como Boca y River compiten directamente con Real Madrid y Barcelona, nuestros jugadores también compiten con ofertas que le van a acercar los otros equipos grandes de Argentina, del continente y del mundo. Si hacemos el listado de los jugadores que han pasado en estos 11 años, este diría que son muchos más los casos de gratitud que de conflicto. Han pasado más de 600 jugadores y vamos a nombrar seis casos probablemente, no generalizaría.-
– ¿De qué depende que pueda haber en el primer equipo más jugadores surgidos de la cantera?
– El club ha sostenido una inversión permanente tanto en la conformación del plantel superior como del fútbol formativo y también en infraestructura como se ve. Esos son los pilares de la inversión del club en esta última década. Todas las decisiones tienen que ver siempre con objetivos deportivos y económicos e institucionales, siempre. Después son los técnicos de cada equipo los que toman decisiones en relación a cómo conforman su equipo. Talleres sí tiene la política de que los planteles los arma el club. El club es quien toma la decisión sobre quiénes llegan y quiénes se van. Después la mayor o menor participación de jugadores juveniles de la propia cantera o llegados de otros clubes tendrá que ver con las posibilidades y las decisiones del cuerpo técnico en ese momento. El indicador no es solo de dónde vienen, sino qué performance tenemos. Digo, acá hay un ejemplo emblemático que es Solari (Pablo). Bueno, si Solari no hubiera salido de Talleres y no hubiera tenido minutos en otro equipo, no se habría valorizado como se valorizó. En ese momento cuando se toma la decisión, ese jugador no estaba en la prioridad del equipo titular.
– Vemos jugadores como Studer, como Romero… ¿falta paciencia en Talleres para bancar a los chicos?
Y es una combinación de factores. Claramente jugar con nosotros como hincha… Jugar con la camiseta de Talleres claramente no es sencillo. Es un equipo de un club de mucha expectativa, de mucha visibilidad pública, de mucho peso en todo sentido y por supuesto no es lo mismo jugar en Talleres con 40.000 personas en la cancha que en otras. instucciones y tiene que ver con con procesos madurativos de del jugador. Eh, hoy tenemos a Santiago (Fernández), a Barbi, a Augusto Schott, producto de esta cantera, que se tuvo que ir a hacer minutos en otro lado, a hacer experiencia y volver, es el proceso. Y también lo tenés a Nahuel y a Bebelo, ¿no? Como fruto de este recorrido. Es altamente probable que Romero en otro contexto, con otras dinámicas y con otros tiempos, ya tiene un proceso modulativo que seguramente cuando toque analizar si tiene que volver o no, va a ser tenido en cuenta por el cuerpo técnico.
En realidad, recién ahora Talleres tiene una década de trabajo continuo con los planteles que hoy están compitiendo, por ejemplo, en juveniles de AFA y realmente el proceso formativo requiere de tiempo, de inversión, de acompañamiento y de paciencia. Hoy un chico que tiene 18 puede que haya entrado con ocho o nueve a Talleres. Entonces ahí sí, Talleres ha podido acompañar todo ese proceso formativo competitivo a lo largo de este tiempo que incluye no solamente la identidad de juego del club, sino también el acompañamiento profesional, la formación técnico-táctica futbolística, su educación obligatoria en todos los niveles, primarios y secundarios, la educación para la salud, todos elementos que tienen que ver con ese proceso de formación del futbolista.
– ¿Qué tan difícil es mantener más o menos centrados a los chicos en una ciudad que ofrece bailes prácticamente todas las noches donde pueden salir?
Talleres tiene desde hace 10 años un centro de formación, acá la pensión no se llama pensión sino residencia y centro de formación Talleres, donde allí las familias deciden que sus jóvenes y sus niños vivan en el club en todo ese trayecto formativo. En el caso de Talleres hay escolarización obligatoria. Eso no era así 10 años. Hace 10 años casi la mitad de los jugadores no iba al colegio y hoy es obligatorio hacerlo. Para eso hemos firmado convenios con el Ministerio de Educación para la inclusión y la terminalidad educativa y en muchos casos con formato presencial. Con nosotros terminó el secundario Juan Ramírez, el ‘Mono’ Irusta, Guido Herrera, Javier Gandolfi, esa escolarización es importante para la obtención de hábitos y valores centrales para ese esfuerzo que requiere la formación profesional. La toma de conciencia tiene que ver con adoptar los valores esenciales de lo que entendemos es un jugador profesional en Talleres en un fútbol como el argentino. Creo que muchas veces el desorden institucional no ha permitido sostener procesos sólidos en el tiempo en este sentido.