Tras la goleada de Talleres 3-0 ante Instituto, habló Javier Gandolfi y dijo sentirse contento no solo por el resultado, si no también por las formas. «Enfrentamos a un rival que venía en alza. Talleres se plantó en una cancha donde Instituto hacía 28 partidos que no perdía”, comenzó diciendo el entrenador Albiazul.
“Sabíamos que los detalles iban a ser fundamentales y estuvimos atentos en esos detalles. Eso fue lo que permitió que el resultado se diera a favor de nosotros. Sacando los primeros 10, 15 minutos del segundo tiempo, fuimos superiores. El primer y el segundo gol llegan en momentos ideales, sobre todo el segundo, cuando el equipo se sentía agredido por el rival”, destacó «Cobija». Y completó: “Siempre hay algo para corregir, cuando se gana y cuando se pierde. Obviamente que cuando se gana es más fácil por el ánimo de los chicos. En el primer tiempo el equipo tuvo buen volumen de juego, por ahí excesivo. Veníamos de tres partidos en los que no mostramos la verdadera cara del equipo”.
Por su parte, Lucas Bovaglio reconoció que el equipo se dejó llevar por la enjundia y no mostró su verdadero juego en la primera etapa del cotejo. “Siento que en algunos momento confundimos los caminos. La fricción no nos suma, somos un equipo que nos hace bien tratar de jugar. Lamentablemente gastamos demasiada energía en discutir con el rival y con el árbitro en el primer tiempo”, dijo.
“La efectividad fue un factor muy importante en el partido. Los dos equipos jugamos con el mismo sistema y se dio que, con ímpetu, casi pudimos empatar el partido. En el descanso tratamos de modificar pequeños detalles para cambiar y nuestro mejor momento no se vio reflejado en el marcador, y el segundo gol fue un golpe muy fuerte”, analizó el ex entrenador de Atlético de Rafaela y Deportivo Morón, entre otros.