Gustavo Fernández, una de las máximas referencias del tenis adaptado mundial, logró ayer un triunfo de alto impacto en París. En el court 13 de Roland Garros, el cordobés de Río Tercero derrotó al número 1 del circuito, el británico Alfie Hewett, por un agotador 7-5, 6-7 (1-7) y 6-2, en dos horas y 39 minutos, y avanzó a la final de un Grand Slam por primera vez en dos temporadas (en el Abierto francés, precisamente, en 2022).
Inesperados y severos problemas de salud y los ataques de ansiedad fueron complejos obstáculos que perturbaron al tenista argentino, actual N° 3, ex número 1, en la última temporada y media. En abril del año pasado, viajó de urgencia desde Río Tercero a Córdoba capital, en el asiento de atrás del auto de su tía, vomitando sangre dentro de un balde hasta llegar al hospital. Gusti venía padeciendo distintas e inesperadas dificultades de salud (pasó año nuevo internado en un hospital porteño por un absceso en la laringe), pero aquello superó lo imaginado. Padeció una hemorragia interna a partir de una operación de amígdalas, que le terminó generando que se le abriera un ramal de la carótida. “Fue un susto gigante. Me salvé porque soy joven y el corazón bombeó, pero estuve al límite, dijeron los médicos”.
Por todo eso y por los tormentos anímicos que llegaron después, que el “Lobito” Fernández esté compitiendo de la manera que lo está haciendo en el circuito profesional, es para celebrar. Fernández llegó al Bois de Boulogne hace unos días tras haber disputado tres finales en la gira europea sobre polvo de ladrillo. El 26 de mayo pasado conquistó su trofeo número 63, el primero desde que cumplió 30 años. Fue en Barcelona, al derrotar en la definición al español Martín De la Puente (4°, 24 años). Antes y después, perdió en Roma (ante Hewett) y Royan (frente a De la Puente).
Fernández volverá a jugar mañana una final de Grand Slam. Su rival en París será el peligroso japonés Tokito Oda, de 18 años y número 2 del ranking, que en las semifinales venció a su compatriota Takuya Miki por un doble 6-1. El historial está 5-2 en favor del asiático, que sorprende en el circuito y ya tiene tres Grand Slams ganados (Roland Garros y Wimbledon 2023, Australia 2024).