En una emocionante jornada de los Juegos Olímpicos de París 2024, Rebeca Andrade de Brasil se coronó con la medalla de oro en la prueba de suelo, superando a la legendaria gimnasta estadounidense Simone Biles por apenas 33 centésimas. Andrade obtuvo una puntuación de 14.166, mientras que Biles alcanzó los 14.133 puntos. El bronce fue para la también estadounidense Jordan Chiles, con 13.766 puntos.
Sin embargo, el momento más significativo del día no fue la competencia en sí, sino la ceremonia de premiación. Tras la entrega de medallas y la entonación del himno brasileño, Simone Biles y Jordan Chiles realizaron una reverencia hacia Rebeca Andrade, arrodillándose y extendiéndole las manos en señal de homenaje. Este gesto de respeto y admiración por parte de Biles, considerada la mejor gimnasta de todos los tiempos, destaca los valores del olimpismo y la deportividad.
Andrade, que ya había brillado en Tokio 2020 con dos medallas de plata, se consolida como una de las gimnastas más importantes de la historia de Brasil y América Latina. Su victoria en suelo, junto al bronce en la competencia por equipos, donde Brasil consiguió su primera medalla histórica en esta modalidad, marca un hito en su carrera y en la gimnasia brasileña.
Rebeca Andrade tuvo un camino lleno de obstáculos. Nacida en una favela de San Pablo, con el apoyo incondicional de su madre y su hermano, se trasladó a Curitiba a los 9 años para entrenar en el centro de excelencia de gimnasia. Desde 2011, forma parte del equipo de gimnasia del Flamengo en Río de Janeiro. Andrade superó tres lesiones de rodilla entre 2015 y 2019, mostrando una resiliencia extraordinaria.
El gesto de Biles y Chiles hacia Andrade no solo subraya el respeto y la admiración entre las competidoras, sino que también enaltece el espíritu de los Juegos Olímpicos. Este acto de grandeza por parte de la mejor gimnasta de todos los tiempos solo añade valor a un duelo que promete seguir capturando la atención de los fanáticos del deporte en futuras competencias.