El fútbol argentino viste de luto. Daniel Willington, el talentoso volante y emblema ineludible de la historia deportiva nacional, falleció este lunes a los 83 años de edad. El mítico jugador, cuya figura se cimentó como ídolo en Talleres y Vélez Sarsfield, estaba internado en el Instituto Modelo de Cardiología de Córdoba, ciudad donde forjó gran parte de su leyenda.
Su partida deja una pérdida enorme en todo el ambiente futbolero y una huella imborrable en el deporte. Willington no era solo un jugador, sino la encarnación del clásico 10 armador que marcó una época en el país. Con su 1,85 metros de altura y la casaca número diez, era conocido como «El Daniel» y también como “El Loco”, capaz de hacer la diferencia en la cancha gracias a su juego vistoso y elegante, sus cambios de frentes y sus asistencias de gol.
El exfutbolista era reconocido por su pegada magistral y su jerarquía, que le permitía convertir golazos de forma cotidiana. De hecho, su talento trascendió las fronteras y el tiempo: tras enfrentarlo en 1969 en un amistoso, el mismísimo Pelé afirmó que Willington era “el mejor jugador del mundo”. Un apodo que refleja su magnetismo fue «El Exorcista», bautizado así por el escritor Roberto Fontanarrosa. Además, el prestigioso periodista Nilo Neder lo inmortalizó en un poema como «El Daniel de los estadios».

Ídolo de dos amores
Daniel nació el 1 de septiembre de 1942 en Santa Fe. Sin embargo se trasladó de niño a Córdoba. Su infancia transcurrió cerca de La Boutique donde forjó un amor por los colores del “Matador”. Willington estuvo históricamente ligado a Talleres y a Vélez Sarsfield. Estos dos clubes no solo fueron los primeros en los que jugó, sino también las instituciones donde cerró su carrera como futbolista. Además, «El Daniel» tuvo el honor de ser director técnico de ambas, logrando incluso ascender a Talleres a Primera División en 1994. Con la camiseta del “Fortín· obtuvo el título Nacional de 1968, una gesta heroica para el club velezano.
El debut de Willington con la camiseta de la “T” tuvo lugar a los 16 años, en el triunfo 5-2 frente a Huracán de La France. Ese primer período transcurrió entre 1959 y 1961, y regresó para una segunda etapa entre 1974 y 1976. En total, disputó 168 partidos y anotó 66 goles para el “Albiazul”, institución donde su padre, Atilio, también había sido jugador entre 1947 y 1954.
Las historias de ídolos tienen siempre un momento cúlmine que los determina como tal. Es ese umbral que hay que pasar para forjar un vínculo con la memoria eterna y el corazón. Ese momento con la hinchada de Talleres, fue aquel golazo de tiro libre contra Belgrano. Ocurrió el 21 de agosto de 1974, en la segunda final del Oficial de Liga Cordobesa. Willington sorprendió al arquero “Pirata” Héctor Tocalli con un remate potente que se metió en el ángulo izquierdo, siguiendo una trayectoria de más de 30 metros.
Antes de recalar en Vélez, donde puso fin a su carrera y es considerado ídolo, Willington tuvo otros pasos destacados. Jugó un año en Huracán y fue muy amigo de Ringo Bonavena. También militó en Veracruz de México y formó parte de Instituto en el Nacional, donde compartió equipo nada menos que con Osvaldo Ardiles, Mario Alberto Kempes, Alberto “la vieja” Beltrán y José Luis Saldaño.
Despedida de un crack de todos los tiempos
El ambiente futbolístico expresó su dolor de inmediato. Talleres dedicó una serie de posteos y comunicados en su honor: “Siempre en los corazones de toda la familia albiazul”, expresaron. Por su parte, Vélez dedicó un emotivo mensaje por el fallecimiento del histórico 10.
LOS HOMENAJES, EN VIDA. Daniel Willington falleció este lunes y en #SportsCenter recordamos como Talleres agasajó a su ÍDOLO en el Kempes, en octubre de 2022. pic.twitter.com/zSY4fOoXxw
— SportsCenter (@SC_ESPN) November 3, 2025
El presidente de Belgrano, Luis Fabián Artime, escribió en su cuenta de X: “Lamento profundamente el fallecimiento de Daniel Willington, símbolo eterno del fútbol cordobés y nacional. Acompaño en este dolor a sus familiares y seres queridos. El gobernador Llaryora envío sus condolencia y lo catalogó como una «verdadera leyenda de nuestro fútbol” y añadió que marcó a “generaciones de deportistas e hinchas”.
			
			




							



