Atenas cayó en su visita a San Lorenzo por 73 a 62 y sentenció lo que nadie en Córdoba quería ver: su descenso a la Liga Argentina, la segunda división del básquet nacional. El Verde luchó hasta donde pudo, pero se fue quedando sin gasolina y nuevamente no pudo de visitante. El equipo más laureado del baloncesto argentino descendió por primera vez, ya lejos de sus años más gloriosos. Tentó mucho a la suerte en los últimos años y, finalmente, se terminó dando un final casi cantado, si bien las esperanzas estaban intactas tras las dos victorias en el Cerutti.
Como era de esperarse, el inicio del partido estuvo marcado por el nerviosismo de ambos equipos. Atenas buscó de inicio a Deion McClenton bajo el aro aprovechado su gran altura, y se adelantó 6-2 en 2’40. Pero el Ciclón se puso duro en defensa y pasó a ganar 8-6. Federico Marín tomó protagonismo en el ataque del local, que se quedó con el primer periodo por 14-12.
El Cuervo salió con todo al segundo cuarto y sacó nueve puntos de ventaja, con un 23-14 dos minutos. El Griego respondió rápido y anotó su primer triple del partido luego de siete intentos. Alejandro Konsztadt fue quien tomó protagonismo en el Verde, anotando valiosos para que el equipo de Castiñeira tomara el mando 28-26. Sin embargo, sobre el final, San Lorenzo se quedó con la primera mitad por 36-31.
En el tercer cuarto fue cuando el local sacó la diferencia. Atenas entró dormido, erró mucho de tres y de a poco se fue apagando. Contrario lo de San Lorenzo, que tuvo a un Marín implacable y estuvo muy bien en ataque. Faltando poco para el cierre, sacó 10 de ventaja, 52-42. El Griego empujó pero no pudo descontar demasiado. El tercer periodo terminó 54-48 para el local.
San Lorenzo alargó a 12 la diferencia, 64-52 en tres minutos del periodo final, y a partir de allí todo parecía estar sentenciado. Mientras Atenas seguía sin poder convertir de tres, San Lorenzo se agrandó. El local se estiró por 69-53 a cuatro minutos del final. Atenas no pudo más, aunque nunca se podrá reprochar que dejó todo hasta el final. Será momento de levantar cabeza, realizar fuerte autocrítica y volver a reconstruirse desde los cimientos. La Liga Nacional extrañará a su equipo más importante, popular y ganador.