Con cuatro victorias en los primeros cinco partidos, Instituto arrancó la temporada de la Liga Nacional de Básquet dando muestras de que quiere de ser otra vez protagonista. “Por los resultados, creo que estamos bien”, dijo su entrenador, Lucas Victoriano.
“Todavía no jugamos en el Sandrín que es nuestra fortaleza. Estamos en un proceso de construcción, de adaptación nueva. Si bien en algunas cosas ya no hace falta trabajarlas tanto porque ya nos conocemos, hay otras que si porque cambiaron el protagonismo y las responsabilidades de muchos jugadores. Estamos en ese proceso, tenemos muchas cosas avanzadas del año anterior y otras que pulir”, agregó el DT.
Para la temporada actual, el club de Alta Córdoba decidió no reforzarse con jugadores de afuera. “Decidimos no traer extranjeros, fichar gente joven y bajar el presupuesto. Se sumó Alex Negrete que es un joven baluarte de la Liga Nacional, que ojalá algún día llegue a la Selección Argentina, y que nos va a dar cosas a partir de su talento. Tomás Monacchi viene de Peñarol, es joven, lleva varias Ligas y conoce la competición. Una promesa que hay que pulirla porque tiene 19 años como Lee Aaliya, que también tiene su proceso. Tenemos dos fichas más pero estamos contentos con lo que tenemos”, le contó Victoriano a Adrián Ambasch.
Por otro lado, habló de lo que significó perder la final de la temporada pasada ante Boca: “Perder una final es muy doloroso porque uno no se prepara para eso. Soñás con ganar. Pero, en líneas generales, el premio es buenísimo. Hemos jugado en Liga Sudamericana ganándola, competimos durante todo el año y luego hemos jugado la final contra un equipo de selección con extranjeros. El favoritismo lo ganamos pero no lo pudimos plasmar. Queda la sensación de que nos faltó un poquito”.
Por último, se refirió a la desición que lo llevó a renovar su vínculo con el conjunto de Alta Córdoba por otro año más: “Por el momento no hay nada que supere lo que estoy viviendo acá. He recibido ofertas económicas muy generosas pero no completaban con lo que hay acá, con el desafío de ganar, el trabajar en equipo, el vínculo con los jugadores. Muchos sentimos que no hubo un punto final después de la final perdida y por eso la mayoría nos quedamos. Nunca me pasó estar cuatro temporadas en un lugar pero estoy muy cómodo acá”.