Tras los fuertes aumentos registrados en marzo pasado, el gobierno nacional prorrogó ayer, mediante el decreto 531/2019, la suba del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) prevista para el mes de julio.
La intención de la Casa Rosada es que el aumento recaiga desdoblado en agosto y septiembre. De esta manera, evitaría que las petroleras aplicaran fuertes subas en los precios de las naftas y el gasoil, a pocos días de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso).
De acuerdo a un cálculo de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), solamente en julio, por el diferimiento de $0,69 por litro de naftas y de $0,43 por litro de gasoil del ICL, el Estado dejó de percibir unos $703 millones. El mismo desdoblamiento concretó en marzo pasado, siempre con la intención de que la maniobra no repercutiera en la inflación.
Cabe destacar, que la venta de combustibles en junio cayó 5,3% interanual a nivel general como resultado de la continuidad de las fuertes caídas de los premium. Sin embargo, se registró un leve aumento de 1,5% en las ventas del gasoil y de 1,88% en la nafta super, de acuerdo a los últimos datos provistos por la Secretaria de Energía de la Nación.
En mayo, la venta de combustibles había registrado una suba de 3,7% interanual por el fuerte incremento de la demanda del gasoil que creció 18,44% y de la nafta súper con alza de 9,87%. No obstante, durante ese período, los productos premium cayeron 6,16% en el caso del diesel y 24,8% en las naftas.