Covid-19: unánime contracción de las economías mundiales

Covid-19: unánime contracción de las economías mundiales

En una nueva muestra del devastador paso de la pandemia de coronavirus por todo el mundo, el Congreso de Estados Unidos presentó esta semana un duro pronóstico para la economía de la nación americana. Es que, desde el Capitolio proyectaron un déficit presupuestario federal de nada menos que US$ 3,3 billones en el corriente 2020, US$ 2,2 billones más que la estimación anterior.

Fue la propia Oficina de Presupuesto del Congreso de Estados Unidos (CBO por sus siglas en inglés) la que estimó este enorme rojo entre los egresos y los ingresos de ese país. De concretarse esta cruda previsión, el déficit triplicaría al registrado durante 2019 y se convertiría en el más importante desde 1945, año en el que finalizó la segunda guerra mundial.

Este fuerte incremento se debe principalmente a la interrupción económica causada por el Covid-19 y a la fuerte erogación en pos de paliar los efectos de la pandemia. Como consecuencia, la CBO aseguró que la deuda federal en poder del público aumentará drásticamente hasta llegar al equivalente al 98% del PBI en 2020. Se trata de un crecimiento importante en comparación con el 79% registrado a fines de 2019.

Como si esto fuera poco, la oficina señaló que, según sus cálculos, el déficit en 2021 será equivalente al 8,6% del Producto Bruto Interno (PBI). Además, para el próximo año, siguiendo los números oficiales, el pasivo público sobrepasaría el 100% del PBI y aumentaría al 107% en 2023, el más alto en la historia. A partir de este último año, el crecimiento de la deuda subirá paulatinamente hasta alcanzar el 109% del PBI en 2030.

En cuanto a los gastos, el parlamento estadounidense indicó que los desembolsos llegarían este año al 32% del PBI, el porcentaje más alto en 75 años. Esas erogaciones caerían en relación con el PBI durante los siguientes cuatro años.

En tanto, esperan que los ingresos caigan del 16,3% del PBI en 2019 al 15,5% en 2021. A partir de ese año comenzarían a aumentar, hasta alcanzar casi al 18% en 2030.
Cabe destacar que esta situación se repite a lo largo de todo el mundo. Esta semana se dio a conocer también el caso de Australia, que en el segundo trimestre entró en recesión luego de 29 años de crecimiento sostenido. Durante el período comprendido entre abril y junio, la nación oceánica registró una caída de su PBI del orden del 7%.

Por otra parte, el PBI de Alemania caerá aproximadamente un 10% este año, superando así el último gran retroceso registrado en 2009, cuando, debido a la crisis financiera mundial, el PBI disminuyó 5,6% durante el primer trimestre. De concretarse, se tratará del mayor desplome de la historia de ese país, desde que hay registros. Incluso, la propia canciller germana Angela Merkel llegó a hablar de una economía propia de los tiempos de la posguerra”. Según los pronósticos, el país europeo no se recuperará completamente ni volverá a niveles normales, por lo menos, hasta mediados de 2022.

Argentina prevé destinar un 6% del PBI

En gran medida, la debacle que atraviesa, en términos económicos, la gran mayoría de los países del mundo se debe a las medidas implementadas para paliar los efectos de la pandemia, que implicaron una fuerte expansión del gasto público. En este sentido, un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI)  indicó que Argentina se encuentra entre los países que menos erogación prevé en comparación con su Producto Bruto Interno (PBI).

Según el relevamiento, nuestro país tiene estimado volcar el 6% de su PBI en esta lucha contras el coronavirus, casi la mitad de lo estipulado por Brasil (11,5%). Asimismo, lo previsto por el gobierno argentino se encuentra muy por debajo de lo planificado por las naciones europeas, a excepción de Dinamarca, por ejemplo, que también pronosticó el uso del 6% de su PBI.

Entre los gobiernos que mayores recursos anunciaron para el impulso de la economía fueron el de Alemania e Italia, con un 33% y 32% del producto, respectivamente. En tanto, Japón prevé inyectar nada menos que un 42% del PBI. Cabe destacar, que estos datos reportados por el FMI corresponden a lo anunciado por cada país y no a lo concretado.

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