La Facultad de Ciencias Sociales de la UNC realizó un estudio cuantitativo sobre el acceso a derechos y las desigualdades en la capital provincial. De acuerdo con las conclusiones preliminares, en los hogares de Nivel Socioeconómico Bajo (NSEB) es donde más impactan las limitaciones para el acceso a servicios esenciales.
En ese sentido detalla que «la situación más desigual se registra en los servicios de gas natural y cloacas», y teniendo en cuenta que el gas llega al 72,7% de los hogares, aproximadamente sólo el 6,8% del sector con NSEB accede a ese servicio. Respecto de las cloacas, el 48,6% de las viviendas de la ciudad de Córdoba dispone de ese servicio, de los cuales el 14,3% corresponde a la clase con NSEB.
«Son datos cuantitativos parciales», manifestó la decana de la FCS, María Inés Peralta, quien tuvo a cargo la dirección general de la encuesta de hogares. En ese sentido, adelantó que en los próximos días se avanzará en el aspecto cualitativo, con la profundización de los distintos tópicos que se abordaron, como salud, educación, trabajo, conectividad e información pública.
Un total de 13 equipos multidisciplinarios de investigadores participaron del relevamiento sobre 615 hogares que fueron caracterizados por cinco Niveles Socioeconómicos (NSE): Bajo (NSEB); Medio Bajo (Nsemb); Medio (NSEM); Medio Alta (Nsema) y Alto (NSEA).
Peralta detalló que para realizar el muestreo se combinaron indicadores del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap) y el conocimiento del equipo de investigación, y de esa manera se trabajó «cruzando la desigualdad con acceso a derechos».
«Cuando cruzamos la desigualdad con acceso a derechos, es ahí cuando tenemos una visión más profunda de cómo funcionan las desigualdades socioeconómicas en nuestras sociedades a partir de la relación entre la pobreza, la riqueza, la presencia y el abordaje del Estado”, explicó la investigadora.
Al referirse al acceso a la salud, dijo que durante la pandemia de coronavirus los hogares de NSEB fueron «los que más necesitaron de la atención de salud, sin embargo el 41% no pudo acceder», y en el caso de NSEA la dificultad de acceso fue del 25%, aun cuando el sector bajo tuvo un promedio del 70% de los contagios.
El sistema de salud tiene tres componentes: Estado, obras sociales y medicina privada, «sin embargo el 50% de la población baja, sólo cuenta con el sistema público de salud, mientras que el 90% de la población alta cuenta con los tres«, afirmó.
Las conclusiones cuantitativas del estudio también revelan que existen limitaciones de acceso a computadoras, teléfonos celulares y al servicio de Internet, fundamentalmente en los hogares de NSEB y Nsemb Bajo. Esto «genera condiciones diferenciales muy desfavorables para el acceso a la educación y al teletrabajo en un contexto de pandemia».
En los hogares con NSEB, sólo el 21,1% cuenta con una computadora y el 0,8% de celulares por persona; mientras que en el de NSEA alcanza al 61,2% y el 1,15%, respectivamente.
Por último, respecto de las políticas públicas para atenuar el impacto de la pandemia de Covid-19, se desprende que los impactos fueron diferenciados: el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) tuvo mayor incidencia en los hogares de NSEB y Nsemb, en tanto el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) evidenció una distribución más extendida entre los distintos niveles socioeconómicos.