El gobierno nacional reglamentó ayer la restitución del Impuesto a las Ganancias establecido en el paquete fiscal, aprobado junto a la Ley Bases, con lo cual los trabajadores que ganen sueldos brutos de $1.800.000 para arriba en el caso de los solteros y de $2.200.000 en el caso de los casados, comenzarán a pagar ese tributo con los salarios que percibirán en agosto.
A través del decreto 652, el Ejecutivo oficializó los cambios en el citado impuesto para que se pueda aplicar desde este mes, con lo cual se estima que unos 800.000 empleados comenzarán a pagar nuevamente el tributo eliminado en 2023 por el entonces ministro de Economía y candidato presidencial del peronismo, Sergio Massa.
Según las fuentes oficiales, la reposición de la cuarta categoría de Ganancias representa un 0,4 del Producto Bruto Interno y le permitirá al Gobierno mantener el superávit fiscal, así como también los gobernadores recibirán fondos frescos tras el durísimo ajuste practicado por la gestión de Javier Milei.
Uno de los puntos polémicos de la nueva versión del tributo es que a partir de ahora se computarán para el cálculo del gravamen que deben pagar los trabajadores las horas extras, los premios y no habrá una alícuota diferencial para los trabajadores de la Patagonia como existía en la ley previo a los cambios en el gobierno de Alberto Fernández. La reglamentación sí aclaró que los operarios petroleros que trabajan en las tareas de mantenimiento, exploración y explotación de yacimiento – llamados trabajadores “en boca de pozo”- estarán exentos del tributo, aunque sí lo pagarán los empleados administrativos y jerárquicos de esos emprendimientos. Solo se permitirán deducciones por hijo, conyugue, alquileres, prepaga y seguro de vida.
De esta manera, los trabajadores que cobren a partir de $ 1.800.000 brutos en el caso de los solteros ($ 1.500.000 netos) comenzarán a pagar una alícuota del 5% sobre el excedente de esa cifra: por ejemplo, si cobraran $2.500.000 brutos, pagarán $ 100.000 de Ganancias. La alícuota del 35% la pagarán aquellos que perciban salarios brutos de $ 4.900.000. En el caso de los casados, pagarán el tributo los que ganen más de $ 2.200.000 brutos ($ 1.900.000) con alícuotas progresivas que van desde el 5% hasta llegar al 35% en el caso de los cobren $ 5.500.000.
La actualización del mínimo no imponible se hará este año recién en septiembre y, a partir de 2025, en enero y julio de cada año y se calculará en base al índice de precios al consumidor que difunda el Indec. Sin embargo, los sindicatos de los camioneros y La Bancaria prometieron dar batalla judicial contra la restitución del impuesto: “A más tardar mañana (por hoy)” presentarán un amparo ante la Justicia, prometió Sergio Palazzo, quien aseguró que “ya tenemos la denuncia preparada porque es confiscatorio y es una rebaja salarial encubierta”, a la vez que aseguró que el 95% de los empleados bancarios estará alcanzado por Ganancias. “Hay categorías que, de acuerdo al ingreso, le va a absorber hasta el 16% y supera largamente el 20% que se puede retener de un salario por todo concepto, tanto legales como no legales, así que vamos a ir a la Justicia”, completó el dirigente.