La siderúrgica Acindar suspendió temporalmente sus operaciones en la planta de Villa Constitución hasta el lunes 4 de agosto, afectando a casi 600 trabajadores que recibirán el 75 % de sus salarios. La medida, que comenzó el sábado 26 de julio, abarca el 80 % de la producción habitual e impacta principalmente en la acería, el tren laminador 1 y el área de Reducción Directa (Redi).
Según fuentes sindicales de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), la crisis en el sector es consecuencia de la caída global de la demanda de acero y la presión de las importaciones, especialmente desde China. También inciden la alta carga impositiva, la falta de financiamiento y problemas para acceder a insumos.
Situación crítica y perspectivas
Silvio Acosta, integrante de la comisión interna de Acindar, explicó que la empresa atribuye el cierre a “una caída de la producción producto de la falta de obra pública y del ingreso de acero chino”. Además, señaló que la industria enfrenta un desinterés del Gobierno en la protección de la industria local frente a la competencia extranjera.
Por su parte, Pablo González, secretario general de la UOM Villa Constitución, agregó que la demanda actual deja “entre 15.000 y 20.000 toneladas por mes” sin uso en la planta. El dirigente advirtió: “Nuestra ciudad necesita de la industria y sin políticas nacionales claras, muchas personas quedarán en el camino”.
Producción de acero en caída
Según la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo cayó un 8,6 % en junio respecto a mayo, con un total de 320.100 toneladas. También disminuyó la producción de laminados en caliente en un 20,9 % mensual. Pese a esto, la producción muestra un incremento interanual.
El informe destacó que la demanda del sector construcción continúa baja, sin señales de recuperación, y la producción automotriz registró una caída mensual del 11 %, aunque aumentó 34 % interanual. En maquinaria agrícola se mantiene la demanda, pero con preocupaciones por el aumento de importaciones desde Brasil y China.
Antecedentes y contexto
Esta es la segunda suspensión de actividades que aplica Acindar en 2025. A principios de año, otras empresas del sector, como AcerBrag y Ferroglobe Argentina, adoptaron medidas similares por la caída en la demanda y exceso de inventarios.
El sector siderúrgico argentino enfrenta un contexto complejo que requiere medidas estructurales para mejorar la competitividad y evitar mayores pérdidas en empleo e industria local.
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