La industria atraviesa uno de sus momentos más críticos, con fábricas que en octubre utilizaron menos del 33% de su capacidad instalada, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El registro contrasta con el promedio general de la industria, que se ubicó en 61%, y expone el fuerte deterioro del sector frente al avance de las importaciones.
De acuerdo con el indicador oficial, el rubro textil operó al 32,5%, muy por debajo del 47,8% de octubre del año pasado y en su nivel más bajo de los últimos dos años. La caída respondió a menores volúmenes de producción en hilados de algodón y en la fabricación y acabado de textiles, que mostraron retrocesos interanuales del 34,7% y 34,1%, respectivamente.
El impacto de la apertura importadora
Desde el sector atribuyen la crisis al crecimiento sostenido de las importaciones, con China consolidada como principal proveedor externo. Un informe de la Fundación Pro Tejer advirtió que el ingreso masivo de productos del gigante asiático está desplazando a la producción nacional y comprometiendo el empleo en una cadena que involucra a unos 500.000 trabajadores en todo el país.
La entidad señaló que la desregulación del régimen courier, la flexibilización aduanera y la falta de controles facilitaron el ingreso de indumentaria importada sin cumplir requisitos básicos de calidad, etiquetado o trazabilidad, además de ventajas impositivas difíciles de igualar para los fabricantes locales. Actualmente, China concentra más del 70% del mercado textil importado.
Entre enero y octubre de 2025, las importaciones textiles desde ese país crecieron 109% interanual, mientras que el total de ingresos del sector aumentó 89%. En rubros específicos, la concentración es aún mayor: China representó el 94% de los tejidos de punto importados y el 71% de la indumentaria que ingresó al país.
Un contexto industrial dispar
El deterioro del textil se dio en un escenario de leve baja general del uso de la capacidad instalada, que cayó del 61,1% en septiembre al 61% en octubre. Otros sectores mostraron desempeños superiores, como refinación de petróleo (82,2%), industrias metálicas básicas (71,1%) y alimentos y bebidas (68,7%).
En paralelo, el avance de las compras externas también se refleja en el consumo minorista: las compras de argentinos al exterior vía courier crecieron cerca de 300% en el año y ya totalizan US$694 millones, según estimaciones privadas. La expansión del e-commerce internacional suma presión sobre la industria local, que enfrenta una combinación de menor producción, caída de ventas y competencia importada creciente.
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