Mientras el abastecimiento de gas natural se iba normalizando lentamente en las estaciones de GNC y las industrias con contratos “en firme”, al mismo tiempo escaló ayer la polémica por la actuación del gobierno en la crisis energética, que sembró dudas en el sector industrial sobre la sostenibilidad de la actividad en un contexto de fuerte recesión.
“No hubo ni medio milímetro de imprevisión” en la crisis de abastecimiento, sostuvo el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien ratificó que “no va a haber ninguna modificación en la obra pública en virtud de lo que ha ocurrido en el gas y que se ha solucionado como anticipé”. “Los pagos a los contratistas del Gasoducto Néstor kirchner (GNK) están al día”, agregó Adorni, quien insistió en la crisis “no fue responsabilidad de este Gobierno”.
Sin embargo, la ex secretaría de Energía Flavia Royón negó que la administración de Alberto Fernández haya dejado “deudas y obras inconclusas” que provocaron el desabastecimiento de gas, a la vez que enfatizó que “el Gasoducto Néstor Kirchner está terminado y operativo desde julio 2023 con capacidad de 11 mm3/día. Esto posibilita el récord de producción (energética) y superávit que hoy festejamos. Para duplicar su capacidad es necesario terminar las plantas compresoras”. “La planta de Tratayen se entregó con 82% de avance. Sin deudas”, agregó Royón –quien siguió en el cargo durante la administración libertaria- y remarcó que las demoras “se subsanan con planificación para evitar faltantes y cortes”.
Agustín Gerez, ex presidente de Enarsa, sostuvo que el ajuste en la obra pública derivó en un retraso en obras claves que “le costaron a todos los argentinos US$ 600.000.000” en importación de energía. “Si (el Gobierno) sabía que las obras no iban a estar a tiempo podrían haber incorporado el buque regasificador de Bahía Blanca para que el sistema no perdiera presión o importar más GNL a tiempo”, agregó Gerez, quien apuntó que “este Gobierno se tomó 90 días mientras decidían si iban a hacer obra pública o no, con la bandera del superávit fiscal. Las plantas compresoras van a estar recién para finales de junio, por lo que esos tres meses son los que estamos pagando ahora con faltante de gas”.
Si bien las entidades fabriles aún monitoreaban ayer el estado del abastecimiento tras los cortes en el suministro, la dirigencia industrial ya anticipó que la crisis tendrá un impacto en la producción de mayo. La federación fabril santafecina dijo que habrá “consecuencias económicas para las empresas debido a la paralización de actividades”; mientras que la fundación Fiel planteó que la falta de gas ya se anticipaba como un factor determinante para los números de la actividad de mayo.
“Con alguna probabilidad el retroceso de la actividad industrial puede haber alcanzado los mayores registros entre marzo y abril, aunque mayo ha anticipado desafíos en materia climática –cortes de gas- o nuevos obstáculos –abastecimiento de autopartes desde Brasil-. No obstante, el escenario no permite anticipar una acelerada salida hacia la recuperación de la industria en el corto plazo”, advirtió la entidad.
La Unión Industrial Argentina (UIA) dijo que espera que la situación “no se prolongue en el tiempo”, aunque anticipó que “estamos pidiendo conformar un equipo de alerta temprana para trabajar en conjunto con la Secretaría de Energía que permita administrar la escasez hasta que se resuelva”.
Aumentos parciales en los servicios
El Gobierno volverá a postergar parcialmente las subas previstas para junio a las empresas que se encargan tanto de la distribución como del transporte de luz y de gas en el país, en busca de evitar un impacto mayor en la inflación de los aumentos que se vienen.
Desde el mes que vienen comenzaría una quita de subsidios sobre los usuarios de ingresos medios y bajos, que pagan menos de un 5% del costo total de la energía, con el objetivo de evitar un salto en el gasto público que ponga en peligro el objetivo del equilibrio fiscal.
Sin embargo, a disgusto de las distribuidoras y transportistas (Edenor, Edesur, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, TGS, TGN, entre otras), el Gobierno decidió prorratear la quita de los subsidios, aunque no se sabe cuánto ni cómo lo hará. Lo cierto también es, al mismo tiempo, que este mes empezaron a llegar también boletas de gas con aumentos promedio cercanos al 400% en los hogares de todo el país.