En medio de los recientes cambios en la política monetaria, economistas y consultoras detectaron nuevas intervenciones del Tesoro en el mercado cambiario con el objetivo de contener la cotización del dólar.
Según estimaciones privadas, el jueves pasado se habrían vendido más de US$150 millones para mantener el tipo de cambio mayorista por debajo de los $1450, una señal de que la prioridad oficial sigue siendo evitar presiones inflacionarias.
Los indicios surgen del balance diario del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que se publica con dos días hábiles de rezago.
Allí se observa una caída en los depósitos en dólares del Tesoro acompañada por un incremento similar en los saldos en pesos, un movimiento que analistas asocian directamente a ventas de divisas en el mercado oficial.
Desde la asesora financiera MaxCapital señalaron que los datos confirman una operación cercana a los US$164 millones, mientras que la consultora Outlier sostuvo que el día previo también se habrían liquidado unos US$15 millones adicionales.
Según sus cálculos, los depósitos en moneda extranjera del Tesoro quedaron en torno a los US$1836 millones.
Ni el Ministerio de Economía ni el BCRA informaron oficialmente estas operaciones.
Sin embargo, los economistas remarcan que la estrategia contradice parcialmente el mensaje de flexibilización cambiaria anunciado días atrás por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, quien comunicó una actualización más dinámica de las bandas cambiarias atada a la inflación. El mercado había interpretado esa medida como un gesto para facilitar la acumulación de reservas.
La tensión se explica, en parte, por el contexto estacional. Diciembre suele registrar mayor demanda de dólares tras el cobro del medio aguinaldo y una menor disposición a permanecer en pesos, en un escenario de tasas reales bajas o negativas.
A eso se suma la preocupación por los vencimientos de deuda: el 9 de enero el Gobierno deberá afrontar pagos por unos US$4200 millones correspondientes a bonos Bonares y Globales.
Si bien la mejora del clima financiero tras la victoria electoral de octubre redujo el riesgo país a la zona de los 630 puntos, los analistas advierten que la situación sigue siendo delicada.
Para cubrir los compromisos de enero, el Ejecutivo espera el ingreso de unos US$707 millones por la privatización de concesiones hidroeléctricas del Comahue y evalúa alternativas de financiamiento adicionales.
El ministro de Economía, Luis Caputo, descartó una emisión de deuda en los mercados internacionales y volvió a mencionar la posibilidad de recurrir a un préstamo tipo repo con bancos, una herramienta ya utilizada en el pasado reciente.
“Queremos que Wall Street sea una fuente marginal de financiamiento para la Argentina”, afirmó.
Mientras tanto, el mercado observa con atención el delicado equilibrio entre la estabilidad cambiaria y la necesidad de preservar reservas, en un arranque de año que se perfila desafiante para las cuentas públicas.
Llaman a licitación nacional e internacional para la concesión de la hidrovía









