El gobierno de Joe Biden rechazó una propuesta para eliminar los sobrecargos que cobra el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina y otros países que obtienen préstamos elevados del organismo, dando por primera vez una estocada formal a un reclamo del gobierno de Alberto Fernández para obtener mejores condiciones en la refinanciación de la deuda por alrededor de 45.000 millones de dólares que tomó Mauricio Macri.
El Departamento del Tesoro se opuso a un pedido plasmado en una carta enviada por 18 legisladores demócratas, incluidas algunas congresistas de alto perfil del ala progresista del oficialismo, Alexandria Ocasio-Cortes, Ilhan Omar y Pramila Jayapal, que catalogaba a los sobrecargos como una carga “injusta y contraproducente” y un “obstáculo para el crecimiento y las inversiones sociales” de los países en desarrollo.
“Los ingresos de los sobrecargos para aquellos países que los pagan ayudan a crear equilibrios precautorios para proteger a los accionistas del FMI contra posibles pérdidas”, escribió Jonathan Davidson, subsecretario del Tesoro para Asuntos Legislativos, en su respuesta a la carta de los legisladores. Pese a este rechazo, el Gobierno salió a aseverar el reclamo aún puede prosperar y de hecho llevará el tema esta semana a la cumbre de ministros de Finanzas del G-20, donde el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, planteará el reclamo argentino.
Desde mañana y hasta el viernes se desarrollarán en la ciudad de Yakarta las reuniones de los representantes de las carteras de Finanzas y de bancos centrales de los países miembros e invitados del G20, donde se anticipa también la participación de directivos del FMI.