El Gobierno admitió hoy que la devaluación fue «un pedido» del Fondo Monetario Internacional (FMI) para aprobar la renegociación del acuerdo y aprobar un desembolso de US$7.500 millones.
«Había un pedido del Fondo, que lo conocemos todos», reconoció el secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren, pero, al mismo tiempo, se quejó porque «todos estaban reclamando a los gritos la devaluación y por qué el Gobierno no se encargaba y no lo hacía».
En declaraciones a Radio Cadena 3 de Rosario, el funcionario señaló que se realizó luego de las elecciones porque fue la conclusión del proceso de negociación con el FMI.
«La decisión de la devaluación era un tema que, una vez pasadas las elecciones y resueltos los desembolsos del FMI y habiendo cuidado las reservas, se hizo todo eso y se ajustó un 22%», agregó el secretario.
De Mendiguren subrayó que «se esperó después de las elecciones porque estaba pendiente la negociación del FMI y se resolvió después de la elección».
El funcionario señaló que era un pedido que «todos» conocían y subrayó que la oposición «venía reclamando desde agosto del año pasado una devaluación brusca».
De Mendiguren justificó la decisión a partir del impacto de la sequía que le restó al país una suma de US$ 22.000 millones que se tradujo en un menor nivel de actividad en todo el sector agrícola.
«Hay que ser realista y poner el escenario sobre la mesa para analizar la medida», reclamó De Mendiguren, a la vez que añadió: «Sergio Massa ha intentado evitarla. Hemos tratado de evitarla intentando por todos los medios incluso ante la caída de US$22 mil millones de ingresos».
De Mendiguren afirmó: «Massa buscó evitar ese camino y con el FMI negociar todo pero sin afectar el crecimiento ni la caída del desempleo. Son dos cosas que se han logrado bien».
El secretario aseguró que las próximas acciones de Gobierno irán en línea para sostener el nivel de actividad porque, según dijo: «No estamos dispuestos en las negociaciones a sacrificar eso».
Además se planteó entre los objetivos «recuperar el poder adquisitivo del salario».
«Tengamos en claro que no hay salida de esta situación sin crecimiento económico. Hay quien cree que primero hay que ajustar y achicar y nosotros sabemos que, si aplicamos eso, cae el nivel de actividad, cae el nivel de empleo, la producción y la recaudación y nunca se llega al equilibrio. Esa experiencia ya la vivimos muchas veces», agregó.
De Mendiguren recalcó que Argentina «está en la víspera de un ciclo económico muy virtuoso». Acerca de las elecciones destacó que Massa, estando al frente de la conducción económica, está virtualmente en un empate técnico con las otras fuerzas que disputan la Presidencia.