El Poder Ejecutivo se disponía a enviar ayer al Congreso un proyecto de ley para crear el Impuesto a los Ingresos Personales, con el que buscará reestablecer el tributo a las Ganancias para la IV categoría, que en su momento supo eliminar el ex candidato presidencial del peronismo, Sergio Massa, quien aprovechó para reaparecer en el escenario público con fuertes cuestionamientos a la medida.
Las fuentes oficiales se limitaron a informar que el tributo alcanzará a los salarios de más de $ 1.350.000 en bruto, a la vez que se actualizará trimestralmente por el Indice de Precios al Consumidor (IPC). Además, se supo que el proyecto delega en el Poder Ejecutivo las facultades para modificar los montos de las escalas del impuesto. Actualmente, solo pagan ese tributo quienes perciben salarios brutos mayores a $ 1.980.000, por lo que la medida implicará que unas 800.000 personas vuelvan a pagar el impuesto.
Para peor, las versiones indicaron también que el Gobierno pretende que el impuesto se retrotraiga a septiembre 2023, con montos actualizados, por lo que los contribuyentes que habían sido beneficiados por la medida tomada en el Gobierno de Alberto Fernández deberán devolver esos fondos que dejaron de pagar. Vale recordar que, en septiembre del año pasado, el candidato oficial y ministro de Economía, Sergio Massa, impulsó un proyecto para modificar la Ley del Impuesto a las Ganancias que consistió, entre otras cosas, en eliminar la cuarta categoría para eximir del pago a unos 700.000 empleados. Este proyecto fue aprobado por 135 votos en Diputados y contó, entre otros, con el apoyo de los diputados de La Libertad Avanza y el propio Javier Milei.
“Mientras se llevan por súper cosecha, devaluación y aumento de retenciones al Tesoro 1.3 del PIB (Producto Interno Bruto), le devuelven a los más ricos del país en bienes personales 0.23 del PIB. Mientras regalan en el blanqueo 1.4 del PIB en impuestos a los que evadieron, restituyen Ganancias para darle una limosna a los gobernadores (0.17 del PIB), perjudicando así a 823.000 trabajadores”, consideró ayer Massa, quien calificó a la medida como “una rareza de la libertad” e insistió en que “el salario no es Ganancia”.
El año terminó con un déficit fiscal de 3%
El ajuste fiscal para alcanzar el equilibrio en las cuentas públicas tendrá que ser este año aún más duro que lo previsto, según anticipó ayer el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. Ocurre que 2023 terminó con un déficit financiero -que incluye los intereses de deuda-, en un 6,1% del Producto Bruto Interno (PBI), casi un punto más de lo que había estimado en un principio el equipo económico, que trabajaba con una proyección de 5,3%.
Así lo informó la Secretaría de Hacienda, que dio a conocer los números finales fiscales del sector público nacional. En ese informe, la oficina que encabeza Carlos Guberman mencionó que el déficit primario, el que excluye el pago de deuda, finalizó en 2,9% del PBI. La cifra se mantiene en línea con algunas proyecciones privadas y un punto porcentual por encima de lo que se preveía como meta del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).