Ni siquiera el año electoral ha servido para impulsar la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, que han sufrido una dura caída durante el gobierno de Mauricio Macri pero también durante la pandemia de coronavirus que azotó a la gestión de Alberto Fernández.
Tras una leve recuperación en 2021, los salarios volvieron a perder contra la inflación en 2022 (a razón de un crecimiento del 90,4% contra el 94,8%). Los últimos datos indican que, luego de recuperarse en marzo de este año por el reinicio de las paritarias, en los dos meses siguientes los salarios volvieron a perder frente a la inflación en términos reales, acumulando a mayo una pérdida del poder adquisitivo del 2,4%, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Así lo reveló un informe publicado por el periodista Ismael Bermúdez en un diario porteño, donde indica que “la pérdida salarial ha sido constante en los últimos años”. “Respecto a los niveles de noviembre 2017 (último pico), el nivel de salarios se ubica un 25,3% por debajo. En promedio, la mayor parte de la caída se dio durante la gestión anterior: desde diciembre 2019, el nivel general de salarios acumula una baja de 5,3%. En el caso particular de los trabajadores informales, la pérdida de poder adquisitivo ha sido una constante y la caída acumulada de 46%, se reparte casi en partes iguales entre ambos Gobiernos”, precisó un estudio de la Consultora LCG, citado por Bermúdez.
Los asalariados registrados suman unas 10.000.000 de personas (6.700.000 en el sector privado y 3.400.000 en el sector público) y los no registrados 5.600.000. “A mayo de este año, todas las modalidades laborales registraron pérdidas: el sector público tuvo caída real del salario del 0,4%, el sector privado registrado experimentó un retroceso del 1,4% y el sector privado no registrado una disminución real del 7,8%”, sostiene el informe en base a datos del Indec.
Por su parte, al analizar la evolución del salario real en comparación con la inflación de los alimentos -que es uno de los principales gastos del consumo masivo-, la Consultora ACM concluye que el salario real registra peores caídas. Según sus números, en mayo la Canasta Básica de Alimentos (CBA) aumentó el 47,4% versus una inflación del 42,2% y un promedio salarial del 38,8%. En relación con la línea de indigencia, la pérdida salarial asciende al 5,8%.