Un informe del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reveló que el fenómeno del “trabajador pobre” se encuentra profundamente consolidado en Argentina. Según el estudio, el 72% de los empleados —formales e informales— percibe menos de $1 millón, un nivel insuficiente para cubrir la Canasta Básica Total (CBT), que en octubre de 2025 ascendía a $1.213.799 para un hogar tipo.
Los investigadores Eduardo Chávez Molina, Mariana Sosa y José Rodríguez de la Fuente señalaron que esta insuficiencia “trasciende la informalidad y afecta a la totalidad del universo laboral”. Incluso dentro de los asalariados formales, tradicionalmente mejor remunerados, el 58% no supera el umbral de $1 millón, mientras que 1 de cada 5 trabajadores con jornada completa (19,3%) es pobre.
La situación es más crítica entre los asalariados informales: el 89% gana menos de $1 millón. Entre los cuentapropistas de baja calificación, la proporción asciende al 88%, reforzando un cuadro de ingresos estructuralmente por debajo de las necesidades básicas.
Servicios más caros
El informe advierte que el gasto en servicios esenciales se triplicó: pasó de representar el 4% del salario mediano a fines de 2023 a 11% en 2025. Los investigadores advierten que esta dinámica deriva en “pobreza residencial”, dado que alquileres, tarifas y alimentos consumen la mayor parte del ingreso disponible.
En ese contexto, “cualquier imprevisto se transforma en una crisis insalvable”, señalaron, al tiempo que remarcaron que la pérdida del acceso al crédito impide proyectos de movilidad social y consolida situaciones de subsistencia.
Pluriempleo y recuperación acotada
El deterioro salarial impulsó el pluriempleo, que alcanza al 12% de los ocupados, reflejando que incluso los formales necesitan ingresos adicionales para evitar caer en la pobreza.
El informe también destacó un efecto positivo de la desaceleración inflacionaria: tras un pico del 55%, la pobreza por ingresos cayó al 31,8%, un nivel similar al de 2018. Sin embargo, aclararon que los salarios “siguen siendo muy bajos” pese a la mejora relativa.
Entre los sectores con mayor incremento de ingresos figuran alojamiento y comida (promedio $563.000), comercio ($648.000), construcción ($599.000) y transporte ($1,1 millón), aunque solo entre 8% y 29% de esos trabajadores supera el millón mensual.
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