Estados Unidos oficializó que alcanzó con la Argentina un marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos, orientado a generar un entorno más transparente y previsible para los negocios. Según la Casa Blanca, el entendimiento buscará impulsar exportaciones, atraer inversiones y reducir costos mediante la apertura de mercados y la eliminación de aranceles.
El texto preliminar establece que Estados Unidos abrirá su mercado a recursos naturales, acero, aluminio y carne de res, mientras que la Argentina dará acceso preferencial a medicamentos, productos químicos, tecnología, vehículos y bienes agrícolas. También se prevé que Washington elimine aranceles para insumos no patentados de uso farmacéutico, vinculados a criterios de seguridad económica y cadena de suministro.
Argentina se comprometió a remover barreras no arancelarias, eliminar trámites consulares y avanzar en la supresión del impuesto estadístico aplicado a bienes estadounidenses. Además aceptará estándares técnicos de Estados Unidos e internacionales, lo que permitirá el ingreso de vehículos fabricados bajo normas federales sin evaluaciones adicionales. El país también reconocerá certificaciones sanitarias y regulatorias para dispositivos médicos y fármacos emitidas por autoridades estadounidenses.
En materia de propiedad intelectual, Argentina reforzará controles contra la falsificación y modernizará su régimen de patentes e indicaciones geográficas. En el sector agropecuario, habilitará el ingreso de ganado vivo y productos cárnicos, y simplificará los registros para derivados animales.
El acuerdo incluye compromisos laborales —como la prohibición de importar bienes producidos con trabajo forzoso— y obligaciones ambientales relacionadas con la tala ilegal y los subsidios a la pesca. Ambos países coordinarán medidas en seguridad económica, control de exportaciones y combate a prácticas comerciales distorsivas de terceros países.
En comercio digital, Argentina reconocerá a Estados Unidos como jurisdicción adecuada para la transferencia internacional de datos, sin discriminación hacia servicios digitales estadounidenses, y aceptará firmas electrónicas según estándares norteamericanos.
Ambos gobiernos indicaron que trabajarán para cerrar el texto definitivo y avanzar en los pasos formales para su entrada en vigor, con mecanismos de seguimiento y evaluación permanente del acuerdo.
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