El Gobierno Nacional abrió este lunes los sobres de la licitación AlmaGBA, un ambicioso proceso destinado a contratar sistemas de almacenamiento de energía eléctrica en puntos críticos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La convocatoria resultó un éxito: se recibieron 27 propuestas de 15 empresas, que en conjunto ofrecieron una capacidad de 1.347 MW, más del doble del requerimiento inicial de 500 MW.
Según informó la Secretaría de Energía, los proyectos presentados implican un compromiso de inversión superior a los USD 1.000 millones, lo que fue interpretado como una señal clara de confianza del sector privado en las políticas energéticas del actual gobierno.
“El fuerte volumen de ofertas confirma el interés inversor y la credibilidad en el rumbo trazado para el desarrollo del sector energético argentino”, señaló el organismo en un comunicado oficial.
El proyecto AlmaGBA busca mejorar la estabilidad y eficiencia del sistema eléctrico a través de la incorporación de tecnología de baterías de última generación (BESS, por sus siglas en inglés). Estos sistemas permitirán reducir cortes de energía, asegurar el suministro en momentos de alta demanda y bajar los costos marginales, especialmente durante los picos de consumo.
Se estima que la inversión real de la primera etapa rondará los USD 500 millones, y que las obras estarán finalizadas en un plazo de entre 12 y 18 meses. La adjudicación de las ofertas está prevista para el 29 de agosto de 2025.
Los contratos de almacenamiento serán firmados con las distribuidoras Edenor y Edesur, mientras que CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) actuará como garante de las operaciones.
Este proceso forma parte del Plan de Contingencia lanzado por el Gobierno en 2024, con el objetivo de revertir el deterioro del sistema eléctrico nacional, que según señalan, se encontraba en estado crítico hacia fines de 2023 tras años de desinversión, congelamiento tarifario y falta de mantenimiento.
Además, AlmaGBA se enmarca en una nueva etapa de “normalización del mercado eléctrico”, en la que las empresas distribuidoras retoman su rol activo en la contratación de soluciones que mejoren la calidad del servicio y reduzcan la vulnerabilidad energética del AMBA.