La economía argentina cerró el segundo trimestre del año con un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos de US$ 3.016 millones, según informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La cifra representa un cambio drástico frente al superávit de US$ 3.732 millones registrado en igual período de 2024.
El rojo se explicó principalmente por el saldo negativo en el ingreso primario, que alcanzó los US$ 4.080 millones, y en la balanza de servicios, que sumó otros US$ 2.483 millones en pérdidas. Estos números fueron parcialmente compensados por un superávit en el comercio de bienes de US$ 2.668 millones y por un ingreso secundario positivo de US$ 879 millones.
Dentro del ingreso primario, la renta de la inversión mostró un déficit de US$ 4.055 millones, casi US$ 1.040 millones más profundo que en el mismo trimestre del año pasado. En tanto, el ingreso secundario mejoró en comparación interanual, al sumar US$ 80 millones adicionales.
El Indec también señaló que la cuenta de capital registró un saldo positivo de US$ 162 millones. Sin embargo, como resultado global, el endeudamiento neto de la economía alcanzó los US$ 2.854 millones, mientras que en el segundo trimestre de 2024 había mostrado un préstamo neto de US$ 3.787 millones.
Al cierre del 30 de junio de este año, el stock de deuda externa bruta total ascendía a US$ 305.043 millones, lo que implicó un incremento de US$ 23.783 millones respecto del trimestre anterior.