Las estadísticas oficiales demuestran que el ingreso promedio de los asalariados formales ya está por debajo de la línea de la pobreza, como consecuencia de una inflación que se aceleró en los últimos meses y la caída del poder adquisitivo. Como ejemplo, el valor del salario mínimo retrocedió este primer trimestre un 17,2%, aunque el Gobierno no tiene en agenda convocar a un nuevo Consejo del Salario Mínimo para actualizarlo.
El Indec relevó que el valor de una Canasta Básica Total (CBT) alcanzó en enero los $ 596.823. Ese número representa el total de gastos que debe hacer una familia de cuatro personas para cubrir el 100% de sus necesidades básicas en el transcurso de un mes, sin caer en la pobreza. A su vez, la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social informó que la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) ascendió en enero de este año a $ 555.269.
Eso quiere decir que los empleados formales estables ya tienen, en promedio, ingresos inferiores a la CBT y, por tanto, están por debajo de la línea de la pobreza. Pero el Ripte exhibe la evolución de los salarios antes de los descuentos (sueldos brutos). Si se toma en consideración el salario de bolsillo (neto), la diferencia es aún mayor: si se resta el 17% correspondiente a los aportes patronales y cargas sociales, se obtiene como resultado que el salario neto promedio de enero fue de $460.873, un monto que está incluso por debajo de una CBT correspondiente a una familia de sólo tres personas ($475.140).
Si bien los salarios llevan varios años perdiendo contra la inflación, el hecho de que estén por debajo de la CBT no es normal: es la primera vez que ocurre desde que el Indec retomó la medición de la canasta, en abril de 2016. Gran parte de la responsabilidad está en la caída del poder adquisitivo que sufrió la población desde la asunción de Javier Milei en la Casa Rosada: un informe del especialista Ismael Bermúdez reveló por ejemplo que el valor del salario mínimo retrocedió el primer trimestre del año un 17,2%.
La última actualización fue en febrero, dispuesta discrecionalmente por el Gobierno ante la falta de acuerdo entre los representantes empresarios y sindicales en el Consejo del Salario: así lo fijó, “salteando” el mes de enero, en $ 180.000 el valor mensual o $ 900 la hora de febrero y en $ 202.800 para marzo o $ 1.014 la hora. “Una cifra equivalente a medio kilo de pan francés tipo flauta o un litro de leche fresca en sachet, según los valores del Indec a febrero”, resaltó Bermúdez en referencia al valor d la hora de trabajo.
Efectivamente, el problema que se suma es el alza de precios de los alimentos: mientras los salarios se congelan, los alimentos subieron casi 7% en la primera quincena de marzo, según reveló un relevamiento de la consultora LCG. Mientras que en el acumulado de las últimas cuatro semanas, los alimentos tuvieron un incremento promedio de 11,6% y del 11,2% de punta a punta en el mismo período.