La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) alertó por el profundo deterioro del sector ante el incremento de importaciones, el relajamiento de los controles de calidad y el avance del contrabando. La entidad advirtió que la crisis ya provocó la pérdida de 1.600 empleos directos e indirectos y que podrían registrarse más cierres de fábricas y jugueterías hacia fin de año.
Importaciones en niveles récord
Según datos de la cámara, entre enero y octubre ingresaron 17,5 millones de kilos de juguetes por un valor de US$ 91,3 millones FOB, un aumento del 59,5% interanual en valores y del 94% en volumen. La cantidad de empresas importadoras pasó de 199 a 530 en un año, mientras que China concentra el 95% del volumen total. Al sumar juegos de mesa y artículos de aire libre, el volumen asciende a 28,4 millones de kilos, lo que convierte a 2025 en el año con mayor ingreso de productos en dos décadas.
El presidente de la CAIJ, Matías Furió, sostuvo que la industria opera con 6 de cada 10 máquinas paradas, en un contexto de sobreoferta por el remanente de stock 2023 y con comercios que “rematan mercadería para recuperar liquidez”. Esta presión, advirtió, distorsiona precios, recorta márgenes y compromete la continuidad de empresas.
Caída del consumo y brecha regional de precios
La cámara también atribuyó la crisis a la baja demanda, la caída de la natalidad y la fuerte competencia de las pantallas. El ticket promedio ronda los $35.000, aunque el 85% de las compras se financia con tarjeta en un contexto de morosidad récord.
Los juguetes vendidos en Argentina son entre 30% y 75% más caros que en Brasil, Chile y México. Un muñeco que cuesta $60.000 en el país se consigue a $15.000 en México y a $20.000 en Brasil, mientras que bloques de construcción alcanzan los $50.000, el doble que en la región.
Reclamos al Gobierno y medidas oficiales
La entidad pidió mayores controles en frontera, trazabilidad obligatoria y fiscalización en comercios físicos y online. También solicitó frenar importaciones subvaluadas y garantizar condiciones de competencia “equitativas” frente a productos sin certificación.
En paralelo, el Gobierno redujo del 35% al 20% los aranceles para 14 categorías de juguetes, nivel que ahora se alinea con el Mercosur. La CAIJ apoyó la convergencia arancelaria y celebró la baja al 6% en insumos básicos, pero advirtió que la avalancha importadora continúa afectando al sector.
La recaudación de noviembre subió 19,7% interanual pero volvió a caer en términos reales









