La devaluación del peso tras los resultados de las primarias del domingo y la disparada del dólar libre que continúa sin freno, marcan el inicio de la nueva etapa electoral, donde el oficialismo enfrenta un desafío mayúsculo para que su candidato y ministro de Economía, Sergio Massa, pueda entrar a un virtual ballottage con Javier Milei (La Libertad Avanza) o Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), sus principales rivales en carrera.
Ocurre que el resultado del domingo –donde Milei sorprendió a propios y extraños al imponerse con 30% de los votos- agrega incertidumbre a una economía en crisis, donde la disparada del dólar ha dejado en estos días sin precios a los distintos rubros comerciales que se encuentran con las ventas prácticamente paralizadas, a la espera que se definan los nuevos rangos de precios, que igualmente se han disparado de manera caótica. Gerónimo Barrionuevo, CTO de Historial de Precios -un sitio que monitorea no solo publicaciones en Mercado Libre, sino también en 200 tiendas e-commerce-, reveló que entre el viernes 11 y el 15 de agosto los celulares subieron un 23%; las notebooks un 30%; los televisores un 26%; los tablets un 31%; las placas de video un 24%; los monitores un 31%; las heladeras un 24%; y los microondas un 26%, entre otros.
El Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba publicó a su vez un relevamiento que indicó que desde el viernes hasta el miércoles, las notebooks aumentaron un 44,1%; los monitores un 34,6%; las heladeras un 39,1%; los lavarropas y lavasecarropas un 59,6%; los televisores un 36,2%; los microondas un 28,6%; y los celulares y smartphones un 31,3%. La suba promedio es del 35%. “Esto está en plena volatilidad: literalmente hay precios que cambian mientras los estamos relevando en tiempo real”, describió Fabio Ventre, su subdirector.
En el sector de la construcción, los corralones tuvieron que paralizar las ventas ya que los proveedores que les brindan los materiales de obra no están haciendo entregas por la ausencia de precios de referencia. Así lo explicó Alejando, dueño del corralón Construtodo, quien reveló que “estoy abierto, pero tengo mercadería que no tiene precio” y calculó que el aumento de los precios aproximadamente es de un 25% más: “la lista de precios del lunes aumentó un 15% el martes y hoy miércoles un 10% más”, graficó.
Por el lado de los combustibles, mientras que compañías como Shell y Axion ya aplicaron subas en los surtidores, aunque la estatal YPF todavía no modificó sus precios, por lo que reina incertidumbre en el mercado. “El combustible tiene un atraso de precios increíble, porque viene subiendo menos que la inflación todos los meses, con lo cual hay un retraso de por lo menos un 25%, que ahora con la devaluación del peso se le suma el 22%, por lo que estaríamos llegando a un 40%”, alertó empero Raúl Castellanos, titular de la Cámara de empresarios del combustible.
Ante este escenario, la economista María Castiglione manifestó que “el Gobierno no ha dado ninguna señal, salvo devaluar y hacerlo con una brecha del más del 100%, que no resuelve nada, porque hoy hay una expectativa de que la situación va a seguir complicada. El Gobierno tiene que aspirar a que esto no se espiralice y ahí faltan señales”.
El Gobierno negocia con las empresas
El Gobierno le pidió ayer a las principales compañías de consumo masivo poner un tope del 5% a los ajustes de precios, con el fin de atenuar los pronósticos de inflación que ubican en dos dígitos la inflación de agosto, tras el anuncio de un acuerdo por 90 días cuyos alcances aún se desconocen.
El titular de la Unidad de Coordinación de Precios, Guillermo Michel, y el secretario de Comercio, Matías Tombolinis, se reunieron con referentes de las principales compañías. El objetivo es que las empresas se mantengan dentro del plan Precios Justos, con la promesa de medidas impositivas como la exención del impuesto País para sus importaciones.
Del lado de las compañías quieren saber cómo el Gobierno garantizará el flujo de importaciones, teniendo en cuenta la fuerte caída de reservas y el hecho de que la mayor parte de los fondos que serán girados por el FMI se deberán utilizar para pagar compromisos de deuda con Qatar y el CAF-Banco de Desarrollo. El objetivo del equipo económico es contener los bienes de la canasta básica.