La industria argentina cerró un primer semestre para el olvido, que puede terminar teniendo un fuerte impacto sobre el empleo en el sector. Ayer se conoció que, durante el mes de junio, la actividad industrial experimentó una caída interanual (i.a.) del 19,5% y mensual del -5,7%, según datos de la UIA, prolongando una recesión que ya alcanzó los 13 meses. Sin embargo, el ente industrial se mostró optimista respecto a julio.
Por lo pronto, los propios números del Centro de Estudios de la UIA (CEU) indican que el sector cerró el primer semestre del año con una reducción del -14,1% respecto al mismo período del año pasado, prolongando una recesión de 13 meses. El Indicador de Producción Industrial (IPI) del Indec, a su vez, mostró cifras similares: una baja del 20,1% interanual y una variación desestacionalizada de 1,6% para el mes de junio.
Las mayores caídas de ese mes se dieron nuevamente en el sector Automotor (-40,2% i.a.), donde la baja fue impulsada por una caída en las ventas al mercado interno (-33,6% i.a.) y, en menor medida, por las exportaciones (-10,3% i.a.), así como también por Minerales no metálicos (-32,3% i.a.). En contraste con mayo, el empleo asalariado registrado en la industria disminuyó además un 0,4%, acumulando una reducción de 25.358 empleos formales desde agosto de 2023. Por otro lado, la producción de alimentos y bebidas también sufrió una caída interanual del -9%, aunque la producción de aceites experimentó un aumento del +27,8%, atenuando la caída general del sector.
Por otro lado, la utilización de la capacidad instalada de la industria bajo al 54,5% en junio de este año, por debajo del 68,6% de igual mes del año pasado, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este nivel de uso de maquinarias y herramientas resultó inferior al 56,8% registrado en mayo, lo que confirma la profundización de la recesión.
Sin embargo, la UIA destacó que los números de julio serían mejores, no sólo porque tuvo más días hábiles sino también porque algunos rubros están registrando un tibio rebote. “Los datos anticipados de julio indican que se habrían moderado las bajas interanuales y que hubo una mejora heterogénea desde los bajos niveles del mes anterior, con una mayor cantidad de días hábiles (22 contra 17)”, señaló en su informe la central fabril, que destacó que en julio observó una desaceleración de las caídas interanuales en algunos sectores. Por ejemplo, destacó la demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios Industriales (-2% i.a.); Patentamientos de maquinaria agrícola (-5,8% i.a.); y el sector Automotor (-9,8% i.a.). Igualmente, prevalecen las caídas de dos dígitos en los despachos de Cemento (-14,4% i.a.) y en las importaciones desde Brasil, que disminuyeron un -27,9% interanual.
El consumo masivo cayó un 16% en julio
Las ventas en los supermercados y autoservicios siguen sin repuntar, en medio del fuerte golpe al bolsillo que tuvieron los consumidores durante estos primeros ocho meses del año.
En esa línea, durante julio el consumo masivo se derrumbó 16,1% respecto del mismo período del año pasado, de acuerdo con un informe difundido por la consultora Scentia.
Se trata de la mayor caída registrada de la serie y no se vislumbran mejoras en los próximos meses. No sólo porque no se observan cambios en la demanda, sino porque a partir de agosto las comparaciones con el 2023 serán con meses de alto consumo debido al “plan platita” anunciado sobre el final del gobierno anterior.
En este marco, las categorías de productos más golpeadas fueron las de bebidas con alcohol, que cayeron -25,2% en julio; y los productos impulsivos (como las golosinas, por ejemplo), cuyas ventas se derrumbaron un -25,5% el mes pasado.