La industria argentina va camino de cumplir un año de caída ininterrumpida, como consecuencia de la fuerte baja en la demanda de bienes producto de la pérdida de poder adquisitivo de la población, profundizada de manera radical desde la llega de Javier Milei a la Casa Rosada.
La Unión Industrial Argentina (UIA) informó que en marzo la actividad registró una caída en la comparación anual del -17,2%, mientras que a nivel mensual fue del mensual -4,7%. Se trató del décimo mes de caída consecutiva, pero profundizada en el primer trimestre del año, cuando se acumuló una baja interanual del -11,7%. Los índices anticipados de abril reflejan que persiste la caída interanual de la producción a niveles tremendos, ya que llega al -21%, aunque habría una leve mejora frente a marzo -que estuvo en un nivel muy bajo- del +13,8%.
“El sector industrial enfrenta ciertas dificultades en el marco de la baja en los niveles de demanda y de la construcción, así como en la suba de costos”, indicó el informe de la UIA, que precisó que sector Automotor registró su quinta caída interanual consecutiva (-21%) en abril, mientras que los Despachos de Cemento se contrajeron un -35,6%. La razón principal está en las ventas, que en el mercado interno en abril se desplomaron un -52,6% con respecto a 2023, mientras que las exportaciones bajaron -32,9%.
Se trata de un ejemplo que, en mayor o menor medida, ilustra una situación general de crisis industrial. Otro dato elocuente es la demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios Industriales, que volvió a caer significativamente en abril (-9,5%) abril. En cuanto al intercambio comercial con Brasil, se registró una caída interanual en las importaciones (-34,1%), aunque las exportaciones crecieron 36,7%. Los patentamientos de maquinaria agrícola continuaron su tendencia a la baja y registraron una caída del -27,8% interanual; y la Liquidación de divisas volvió a caer en un -21,6%.
La industria cumple así casi un año de derrumbe: durante ese tiempo, las mayores caídas se dieron en Minerales no metálicos (-41,2%), afectado por la construcción, y en el sector Automotor (-29,4% i.a.), donde la caída fue impulsada por un menor nivel de ventas tanto al mercado interno (-42,2%) como de exportaciones (-27,6%). A su vez, cayó nuevamente el sector de Metales básicos (-27,4%), por la baja en la producción de acero (-41,5%) producto de una menor demanda y el paro de seis días de los trabajadores del sector; por el contrario, la producción de aluminio creció respecto a marzo del año pasado (+1,1%). También se profundizó la tendencia a la baja de Metalmecánica (-17,7%), con una contracción en todos los rubros.
Para completar un cuadro dramático, el estudio de Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria (UCII), indicó que ocho de los 12 sectores relevados por el Indec trabajan con un 50% de su capacidad ociosa. Entre todos, el de menor actividad es el rubro de metalmecánica (excluida la industria automotriz), donde las empresas del sector están trabajando sólo al 38% de su capacidad, lo que significa que tienen el 62% de sus instalaciones sin uso.
Es apenas mejor la situación de las fábricas de productos textiles, que utilizan sólo el 38,5% de sus industrias. Le siguen de cerca las empresas dedicadas a la producción de caucho y plástico (trabajan al 44,1% de su capacidad) y la de productos minerales no metálicos (47,2%).
Se multiplican los despidos privados
Si bien los datos oficiales de empleo vienen rezagados, el impacto de la recesión ya se empieza a sentir en todos los sectores.
A nivel oficial la Secretaría de Trabajo indica que, en febrero, se perdieron 20.666 puestos privados formales (69.920 desde diciembre) y en marzo serían unos 34.166, según una proyección del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
Pero en las últimas semanas, se profundizaron los despidos en grandes empresas de diferentes sectores como Fate -anunció el recorte de 97 empleos-, Whirpool –al menos 60 despidos-, Toyota -recortará a 400 operarios-, Renault -no renovó 270 contratos-, mientras la fábrica de grifería FV suspendió a 800 de sus 1400 empleados.
Ayer fue el turno de la cadena de supermercados ChangoMás, que confirmó 152 despidos en ocho sucursales. El Cepa calcula que en el primer trimestre se perdieron más de 100.000 empleos registrados, lo cual se explica por la utilización del 53,4% de la capacidad instalada de las industrias durante marzo de 2024.