Junio se perfila como un punto de inflexión para la economía argentina, pero en sentido inverso al esperado por el Gobierno, que cerró el semestre con la aprobación de la Ley Bases y el plan fiscal e inició la “segunda etapa” con una crisis cambiaria que muestra las dudas del mercado sobre su programa.
Ocurre que los primeros índices que se van conociendo de la economía desmienten definitivamente la ilusión de una recuperación, más al bien al contrario: el nivel de actividad habría confirmado el mes pasado la profunda recesión que atraviesa la economía, a la vez que marcará un nuevo aumento del índice de inflación –rompiendo la desaceleración mostrada durante todo el semestre- y por primera vez pueden no cerrar las cuentas fiscales. Ya el propio presidente Javier Milei anticipó que en junio podría haberse perdido, transitoriamente, el saldo positivo por la estacionalidad del gasto, lo cual implica que deberá anunciar su primer déficit desde que asumió.
El esperado informe industrial de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) confirmó horas atrás que junio terminó con cifras preocupantes para los objetivos de producción automotriz en 2024, tras una baja en las ventas de unidades cero kilómetro del 14,7% en junio respecto a mayo y con un nivel de exportaciones que se mantiene negativo desde enero en comparación al año anterior. Los datos, en efecto, indican que el mes pasado se fabricaron 32.029 automóviles, un 16,7% menos que en mayo, lo que da un promedio de 2.135 unidades por día entre todas las plantas. En mayo se habían fabricado 38.440 vehículos, lo que da un promedio de 2.402 automóviles por día.
En la comparación con junio de 2023, la baja de la producción fue mayor y alcanzó el 40,2%, ya que el año pasado se habían fabricado 53.522 unidades en junio. Sumando los primeros seis meses, este año se fabricaron 216.736 vehículos, número que muestra una retracción de un 26,7% en relación con las 295.777 unidades que se produjeron en el mismo período de 2023. La relación es peor que la existente en la baja de ventas en el mercado local, donde se terminó el período con una caída del 22,6%.
Pero no son los únicos datos preocupantes de la actividad en junio. Los despachos de cemento, por ejemplo, cayeron no sólo en términos interanuales 32,8%, sino que también lo hicieron respecto de mayo: a nivel mensual la caída fue de 3%, cifra que pone en duda la expectativa de recuperación sostenida. De esta manera, las proyecciones de contracción de la economía se mantienen en terreno negativo: el consenso de analistas locales y también del exterior es un retroceso de entre 3,5% y 3,8% para 2024, una recesión similar a la que avizora el propio equipo económico.
La inflación habría subido al 5,2%
La inflación de junio fue del 5,2%, según los especialistas consultados por el Banco Central (BCRA) en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM).
De esta forma, ese indicador clave de la economía argentina habría roto la tendencia descendente que venía mostrando mes a mes en la gestión de Javier Milei, luego del 4,2% de alza de precios registrada en mayo.
Las consultoras vaticinan también que en julio la inflación volverá a perforar el piso del 5%, ya que en este mes no habrá subas de tarifas.
Los expertos consultados proyectaron un IPC del 4,8% para julio, del 4,7% para agosto, del 4,6% para septiembre, del 4,5% para octubre y del 4,4% para noviembre y diciembre. Por último, estiman que la inflación general cerrará 2024 en un valor de 138,1%.