La Provincia obtuvo al cierre del tercer trimestre un superávit financiero de $ 920.756 millones, 475% por encima del registrado en igual período de 2023 y sobre la inflación.
El resultado aparece reflejado en la Ejecución Presupuestaria al 30 de septiembre pasado, en este caso considerando el consolidado de la Administración Pública No Financiera (APNF), que incluye a la Administración General, la Caja de Jubilaciones y la Agencia Córdoba Inversión y Financiamiento. Allí se observan ingresos totales por $ 5,61 billones y gastos totales por $ 4,69 billones.
En el primer caso, subieron 164% con relación a igual periodo del año pasado, mientras que las erogaciones aumentaron 138%. En ambos casos, los incrementos se ubicaron por debajo de la inflación minorista interanual. En definitiva, ingresos y gastos tuvieron una caída real, frente a una inflación interanual que entonces era de 209%.
En rigor, y más allá del cambio en los números, la estructura de la ejecución presupuestaria al tercer trimestre no fue muy diferente de la registrada en el primer semestre del año. “Tuvimos una política de mucha cautela en el primer semestre a la espera de cómo evolucionaba la economía. Cuando comenzamos a ver que ya se había tocado piso y que había signos de recuperación, empezamos a modificar algunas políticas, por ejemplo, la recuperación de la inversión en obras que habíamos prácticamente frenado en la primera etapa del año”, recordó al diario Comercio y Justicia un informante.
En esa línea, la fuente admitió que los números del tercer trimestre mostrarán un deterioro al cierre del año. Esto será así porque el gobernador Martín Llaryora resolvió reactivar la obra pública, particularmente en los últimos días, erogaciones que impactarán de lleno en el último trimestre del año y que reducirán sensiblemente el superávit financiero récord al 30 de septiembre.
En cuanto a las cifras que arrojó la ejecución presupuestaria al 30 de septiembre, el resultado económico alcanzó el $ 1,33 billón, 129,9% mayor a un año atrás, pero por debajo de la inflación. Entre los gastos corrientes, las partidas para salarios llegaron a $ 1,71 billón, 164,3% por encima de 2023 pero aún muy lejos del 209% de la inflación interanual medida por el Indec.
En cuanto a los gastos de capital, la Inversión Real Directa alcanzó $ 360.705 millones, 53,19% superior a un año atrás en términos nominales. La caída real es contundente.