Las Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (Ageera) salió a rechazar ayer la forma de pago de la deuda por unos $800.000 millones que mantiene Cammesa con las generadoras por diciembre y enero a través de un bono en dólares con vencimiento en 2038 (AE38), que cotiza al 50% de paridad. Pampa Energía fue más allá y notificó a sus inversores que analiza “medidas legales” contra la decisión oficial.
“Es una violación al derecho de propiedad”, advirtió Ageera en una nota dirigida al ministro de Economía, Luis Caputo, donde precisó que sería la primera vez desde la creación del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) que el Gobierno modifica unilateralmente los contratos de abastecimiento. “Resulta una afectación de los derechos contractuales y una violación al derecho de propiedad privada”, aseveró Ageera en el texto, donde consideró que la resolución “impacta en los compromisos financieros asumidos por algunos generadores con quienes otorgaron financiamiento para desarrollar las inversiones en sus respectivas centrales”.
El comunicado resalta que la decisión de Caputo “afecta la seguridad jurídica en general y de manera particular en el MEM, lo cual resulta de extrema gravedad ya que sería la primera oportunidad (…) que la Administración Pública modifica unilateralmente contratos de abastecimiento”. Si bien rechazó todos los puntos de la Resolución 58/2024, Adeera calificó como “inaceptable” que la cancelación de la deuda de febrero -para la cual Cammesa dispone de fondos para hacer frente a los pagos, unos $550.000 millones-, se encuentre atada a la aceptación de los bonos a valor nominal para los montos adeudados de enero y febrero.
“Esta situación afecta el desarrollo normal de nuestra actividad y compromete críticamente la continuidad operativa del Sistema Argentino de Interconexión (SADI)”, completó la entidad. Por su parte, Pampa Energía anunció que estudia tomar acciones legales, aunque su CEO, Gustavo Mariani, aclaró que “somos optimistas de encontrar una salida a la deuda con Cammesa. Con pequeñas mejoras a la propuesta actual (…) podemos llegar a lograrlo”.
Mediante la citada resolución, el Gobierno dispuso un esquema de pago para las deudas de diciembre y enero de Cammesa con las eléctricas con el bono AE38, mientras que la deuda de febrero, vencida en abril, sería cancelada en efectivo a quienes acepten el punto anterior. La deuda total sería superior a $1 billón, unos US$ 850.000.000.
En el primer trimestre, el Gobierno obtuvo un resultado fiscal financiero positivo en $1,1 billones, monto muy cercano a la deuda acumulada por Cammesa entre diciembre, enero y febrero, sin contar los compromisos de marzo. Cammesa es la encargada de administrar el mercado eléctrico pero es además quien paga a las generadoras la diferencia entre el costo real de la energía y lo que pagan los usuarios. Esa diferencia solía ser cubierta con giros del Tesoro.
“Dado que Cammesa no consolida dentro del Sector Público Nacional, estos pagos no se ejecutan, pero tampoco se devengan. Es decir, no se registran como un atraso de pagos del tesoro o ‘deuda flotante’. Sin embargo, el atraso con las empresas sí existe y se estima en algo más de US$ 2.000 millones, esto es, cerca de 0,4% del PBI”, estimó el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP).
La tarifa eléctrica es la más cara en 30 años
En febrero de 2024, el gasto en electricidad de los hogares representó el 3,45% de un sueldo promedio desestacionalizado del sector formal, el valor más alto de los últimos 30 años, consecuencia del fuerte incremento de las tarifas de servicios públicos y la caída del salario real en el último período, según un informe de la Universidad Argentina de la Empresa (Uade).
El trabajo consignó que, en la Argentina, los constantes cambios en las políticas aplicadas sobre los servicios públicos impiden encontrar un nivel de tarifas estables en el mediano plazo.
Paralelamente, indicaron que a pesar de que sea necesario una corrección tarifaria de los servicios públicos, los nuevos valores impactan dentro del gasto de los hogares, al tiempo que el poder adquisitivo de los argentinos viene en caída, presionando aún más sobre este fenómeno.
En este marco, en marzo pasado la tarifa de electricidad representó el 21% de la canasta básica total que mide el Indec.