Las empresas ponen resistencia al nuevo plan “Precios Justos”

El Gobierno ratificó que deberán imprimir los valores de los productos en sus etiquetas

Las empresas ponen resistencia al nuevo plan “Precios Justos”

El secretario de Comercio, Matías Tombolini, salió a ratificar ayer que el futuro programa “Precios Justos” que el Gobierno está negociando con las grandes empresas abarcará entre 1.500 y 2.000 productos de consumo masivo que contarán con el precio impreso en sus envases, pese a la resistencia ventilada por las cámaras empresarias.

“Estamos trabajando. La idea es avanzar durante el mes de noviembre con esta iniciativa”, dijo el funcionario tras una reunión con los representantes de Coca Cola, Aceitera General Deheza y Quilmes. El lunes, Tombolini había iniciado las negociaciones con directivos de las principales empresas de consumo masivo, como Mastellone, Bimbo y Molinos, en pos de acordar un programa que comprenderá a las “20 o 30 grandes compañías formadoras de precios que representan el 65% del consumo masivo”, reveló.

El funcionario insistió en que la expectativa oficial es que el acuerdo de precios “tenga una duración de 90 a 120 días” con el objetivo de “construir previsibilidad en la góndola”, y ratificó que incluirá la obligación de las empresas de colocar el precio en el paquete del producto. “La velocidad de acumulación de las empresas, en términos de sus ganancias, ha ido muy por encima de la evolución de los salarios. Es esa ganancia diferencial la que permite también generar las condiciones para aspirar a este programa”, sentenció Tombolini.

Lo cierto es que, horas antes, ya habían empezado a surgir críticas de las empresas alimenticias por el etiquetado frontal, al que consideran “inviable”, y el congelamiento de los precios. Las firmas destacaron que ya están trabajando en la Ley de Alimentación Saludable, que las obliga a partir de febrero a agregar etiquetas a sus productos.

“A duras penas las alimenticias están llegando para el año que viene con esta exigencia. Agregar etiquetado de precios es directamente imposible”, aseveraron las fuentes de las alimenticias, que indicaron que el proceso de cambio de las etiquetas llevaría, por lo menos, 70 días. Además, agregaron, existen todo tipo de productos y envases, desde cartón hasta hojalata o plástico, que complejizan la tarea.

“En realidad, en el rubro alimentos lo que más suben son los productos frescos. Tendrían que ponerle una etiqueta a los huevos, los tomates o la cebolla, que este año vienen subiendo mucho más que el promedio”, aseveró otra fuente en un diario porteño.

Sin embargo, Tombolini ratificó que trabajan con ese objetivo aunque admitió que el etiquetado “será en etapas porque hay productos de alta rotación, donde será más fácil avanzar con el precio en el ´packaging´, mientras que aquellos otros con rotación menor y más ´stockeados´ en los supermercados tal vez tengan una llegada en alguna semana posterior”.

Amenazan con abrir la importación de ropa

El ministro de Economía, Sergio Massa, les advirtió a las empresas textiles que abrirá la importación de ropa y les quitará varios beneficios fiscales si no moderan los aumentos de precios de la vestimenta, que junto a los alimentos ha sido el rubro que más creció en el año.

El ministro incluso les pidió a las empresas que presenten, en una semana, un plan para reducir los aumentos de los precios al consumidor por debajo de la inflación, según informó la prensa porteña.

“No hay índice que explique lo que hicieron”, exclamó el propio Massa delante de los principales ejecutivos del sector, a quienes exigió “un programa de precios por cuatro meses para frenar esta locura”.

“Si no lo hacen, lo hago ya”, habría sentenciado en referencia a la apertura de las importaciones. Fuentes de Hacienda precisaron que los empresarios deben proponerle una tasa de aumentos que se ubique dos puntos por debajo de la inflación mensual de los próximos meses.

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