En una jornada marcada por la cautela y la volatilidad, el mercado financiero argentino cerró este miércoles con resultados mixtos. El S&P Merval logró sostener una leve suba de 0,8%, alcanzando los 2.018.810,80 puntos, aunque el avance contrastó con las caídas registradas en los ADRs de empresas argentinas en Wall Street, que bajaron más de 3%, y con una tensión cambiaría que mantuvo al *riesgo país por encima de los 1.070 puntos básicos.
Los analistas coinciden en que el clima previo a las elecciones legislativas del domingo explica buena parte de la dolarización de carteras y la presión sobre el tipo de cambio. En el mercado oficial, el dólar mayorista cerró en $1.490,50, a escasos centavos del techo de la banda de flotación, mientras que el dólar MEP finalizó en $1.590 y el contado con liquidación (CCL) en $1.610. El dólar blue, en tanto, alcanzó un récord nominal de $1.550, en un contexto de fuerte demanda de divisas por cobertura e importaciones adelantadas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, intentó calmar las expectativas del mercado al asegurar que no habrá cambios en el esquema cambiario después de los comicios:
“El lunes, cualquiera sea el resultado, las bandas de flotación se mantendrán. El tipo de cambio actual es razonable y tiene fundamentos sólidos”, expresó durante un encuentro con empresarios.
Pese a las declaraciones oficiales, la intervención del Banco Central volvió a ser protagonista: según datos de la consultora Rava, la entidad vendió USD 45 millones para contener el avance del dólar, en una rueda con un volumen operado superior a los USD 790 millones.
En la Bolsa porteña, las principales subas correspondieron a Banco Macro (4,10%), Grupo Financiero Galicia (3,42%) y Edenor (2,24%), mientras que las bajas más marcadas fueron para Aluar (-5,99%), Ternium (-4,10%) y Grupo Supervielle (-2,94%).
En tanto, los bonos soberanos en dólares continuaron en terreno negativo: el AL30 retrocedió 2,69% y el AL35 perdió 2,26%. Según la consultora PPI, “la incertidumbre previa a las elecciones sigue pesando sobre la deuda argentina, que cotiza con rendimientos superiores al 14%”.
Sin embargo, entre los números en rojo de los mercados, el INDEC aportó un dato alentador: la actividad económica creció 2,4% interanual en agosto y 0,3% respecto de julio, según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). Se trata del primer crecimiento luego de tres meses consecutivos de caídas, y acumula un avance del 5,2% en lo que va del año.
De los ocho meses medidos hasta ahora, solo tres registraron variaciones positivas (febrero, abril y agosto), lo que muestra una recuperación aún frágil, pero significativa frente al deterioro previo.
En síntesis, la economía argentina transita un escenario de contraste y tensión: mientras los mercados financieros reflejan nerviosismo ante el clima electoral y la presión sobre el dólar, algunos indicadores de actividad comienzan a mostrar señales de reactivación. El desafío, según los analistas, será sostener ese repunte en un contexto dominado por la volatilidad y la falta de certidumbre política.
Caputo asegura que el esquema de bandas del dólar se mantendrá post-elecciones