El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció ayer una ambiciosa medida que cayó bien al mercado: la recompra de deuda externa por más de US$ 1.000 millones a raíz de la “ventana de oportunidad” que abrió la caída del riesgo país, y la posibilidad de acceder al mercado de deuda por parte del Estado y el sector privado.
El jefe de la cartera de Hacienda indicó que la medida apunta a “mejorar el perfil de deuda y seguir bajando el riesgo país, con un primer paso muy enfocado en los (bonos) globales, sobre todo los de corto vencimiento, entre ellos los que vencen en 2029 y 2030”. Los ejes del anuncio no sólo buscan avanzar en un mayor desendeudamiento y bajar el riesgo país, sino también se aspira a mejorar el perfil de deuda en el mediano plazo y la suma de títulos en dólares para futuros Repo.
“Además de la conveniencia de comprar bonos cortos con recursos propios del Tesoro, en la medida que mejoren las expectativas veremos un mejor precio en los dólar CCL y MEP, que achicarían la brecha con el oficial”, señalaron desde el equipo económico. Las fuentes oficiales indicaron además que la medida estuvo coordinada con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, por parte del propio Massa.
Los voceros explicaron que estos US$ 1.000 millones no provienen de las reservas líquidas sino de los recursos del Tesoro Nacional, que si bien se reflejan en el balance del Banco Central no forman parte de las reservas netas. Respecto a una eventual aprobación del Fondo Monetario Internacional (FMI), aclararon que “no es necesario ningún tipo de acuerdo” con ese organismo multilateral.
La recompra de títulos públicos es “factible y conveniente” porque los instrumentos “se encuentran cotizando en el mercado secundario a bajas paridades”, agregaron los secretarios de Hacienda, Raúl Rigo, y de Finanzas, Eduardo Setti, en los considerandos de la resolución 1/2023 que enumera los diez bonos que se podrán adquirir.
“Es una buena noticia que marca un sendero de recuperación de algunos aspectos centrales como las mejoras de las reservas y el control de las variables de economía”, aseveró el diputado oficialista y economista Carlos Heller, mientras el especialista Fausto Spotorno opinó que “la medida me parece positiva ya que están comprando deuda a un tercio de su valor”. “Massa aumenta el poder de fuego para intervenir el dólar MEP (Bolsa) y el dólar CCL (Contado con liquidación), vía compra de bonos”, agregó Darío Epstein.
Críticas desde la oposición
El término “US$ 1.000 millones” fue tendencia en Twitter por las opiniones más en contra que a favor de la medida.
“Un país sin crédito, obligado a forzar canjes de deuda local con instrumentos que vencen cada 6 meses, ‘se da el lujo’ de precancelar deuda que vence dentro de 6 años, con dólares de un Banco Central sin reservas”, alertó el diputado Luciano Laspina (PRO), mientras el radical Alfredo Cornejo consideró que “son manotazos de ahogado de un gobierno que no logra controlar la devaluación”.
“Así paga las deudas el kirchnerismo… Con más papelitos que son más deuda (…). Siempre mienten”, agregó el economista Gustavo Lazzari, mientras Alfonso Prat-Gay preguntó “¿acaso los pocos dólares de las reservas no eran ‘para la producción?’ ¿Resulta que ahora son para “mejorar el riesgo país y los vencimientos de 2029/30?”.
Buena reacción del mercado
Si bien la Bolsa porteña se desplomó por una toma de ganancias esperada, ayer se dispararon los bonos en dólares y el riesgo país cayó a los niveles más bajos de los últimos nueve meses, tras los anuncios del ministro Sergio Massa.
Los bonos argentinos en dólares aumentaron hasta 8% como primera reacción tras el anuncio de recompra de deuda y el riesgo país se desplomó hasta los 1.702 puntos, el nivel más bajo desde el 4 de abril cuando llegó a 1.704 unidades.
Fuentes oficiales revelaron que la expectativa de Massa es que, si el mercado responde como prevé, explorarán en conversaciones con el sector privado un préstamo del tipo Repo, de manera directa desde entidades financieras al Tesoro, para ampliar la recompra de deuda externa a más de los US$ 1.000 millones anunciados.