El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará esta semana a Washington, donde se volverá a reunir con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y asistirá a la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20, dentro de las reuniones de primavera (boreal) del FMI y el Banco Mundial. El funcionario argentino aprovechará este foro para mantener también reuniones bilaterales y con directivos de los organismos, dentro del programa que la Argentina mantiene con el FMI y ante la necesidad de fomentar el comercio exterior y captar más reservas.
El ministro tiene pautado llegar a la capital de Estados Unidos el miércoles para asistir el jueves a un desayuno en la sede del FMI, donde se verá con sus pares de la región y asistirá a la cumbre de ministros de Finanzas del G20. Asimismo, tiene previsto reunirse con el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, y mantener otra reunión bilateral con la segunda del FMI, Gita Gopinath, tras la aprobación de la semana pasada de la cuarta revisión del programa de la Argentina con el organismo, de cara al inicio de la próxima revisión de los números de primer trimestre del 2023. Con Georgieva se verá cara a cara, en el marco de una reunión de ministros de la región y el resto del hemisferio (Canadá y Estados Unidos).
Uno de los objetivos de la misión será ampliar la flexibilización de la meta de reservas prevista en el acuerdo con el FMI para este año, luego de que el organismo accediera a reducir en unos US$ 1.800 millones lo inicialmente pautado. Ocurre que, según la visión argentina, el Directorio del FMI aprobó una flexibilización que subestimó el efecto negativo de la sequía sobre las exportaciones, al punto que el incumplimiento de la meta de reservas en marzo ya es notorio. “La venta de divisas que efectuó el Central en el primer trimestre derrumbó el stock de reservas netas a US$ 2.500 millones a fin de marzo, cuando la meta renegociada era de US$ 4.200 millones”, explicó el economista Ramiro Castiñeira.
Massa lanzará hoy, a través de un decreto presidencial, una fuerte ofensiva sobre un centenar de empresas que no liquidaron los dólares de sus exportaciones en el plazo legal con fuertes sanciones si no regularizan la situación en 30 días, al mismo tiempo que se empieza a aplicar el nuevo “dólar agro” (ver Se pone…). En juego hay US$ 3.700 millones, pero para recuperar el terreno perdido y cumplir con el objetivo de reservas estipulado para marzo, el Central debería acumular US$ 6.600 millones en este segundo trimestre, un objetivo objetivamente muy complicado.
Desde esa perspectiva, el escenario político y económico de la Argentina preocupa en Washington por su posible impacto en el cumplimiento del acuerdo con el FMI, por lo que Massa intentará maniobrar con todos los actores para lograr una nueva flexibilización en el convenio que le permita recuperar aire en medio de un contexto sumamente complicado.