Los mercados financieros iniciarán la última semana del año con la atención puesta en la reacción a la aprobación del Presupuesto 2026, sancionado el viernes pasado por el Congreso cuando las operaciones ya habían cerrado. La ley de leyes constituye una victoria política para el Gobierno de Javier Milei, que refuerza el ancla fiscal y el sendero de ajuste del gasto público, dos variables centrales para los inversores.
El aval legislativo es leído como un respaldo a los objetivos de superávit fiscal, y también como una señal de fortalecimiento político que podría facilitar el debate de reformas estructurales, como la laboral y la tributaria, previstas para febrero próximo. En este contexto, parte del mercado anticipa una mejora en los precios de bonos y acciones, tanto en la plaza local como en Wall Street, junto con una posible baja del riesgo país, que se ubica en torno a los 571 puntos básicos.
Expectativas y cautela del mercado
A pesar del resultado favorable para el oficialismo, los analistas advierten que la reacción positiva no será automática. El foco estará puesto en la factibilidad de cumplimiento de las metas macroeconómicas incluidas en el Presupuesto.
El economista Carlos Melconian, ex presidente del Banco de la Nación Argentina, señaló que el proyecto aprobado “tiene un conjunto de supuestos respecto a inflación y tipo de cambio que ya fueron superados”. En la misma línea, el asesor financiero Federico Domínguez se mostró más cauto al considerar que la aprobación del Presupuesto ya estaba incorporada en los precios de mercado, lo que limitaría un rally significativo.
Dólar firme y mayor demanda
En paralelo, el mercado cambiario sumó presión. El dólar oficial mayorista subió a $1.457, su nivel más alto en casi dos meses, con más de US$ 900 millones operados en el Mercado Libre de Cambios. En el Banco Nación, la cotización minorista se mantuvo estable en $1.475 para la venta, mientras que el dólar blue avanzó hasta $1.540.
Analistas del mercado explicaron la suba por una mayor demanda estacional de divisas, asociada al cierre del año y a la reversión de la demanda de pesos. También se mencionaron ventas del Tesoro para evitar que el tipo de cambio se acerque al techo de la banda cambiaria, que comenzará a ajustarse por inflación desde enero.
El analista financiero Christian Buteler destacó que el movimiento no respondió solo a una menor oferta, sino a un incremento significativo de la demanda privada, mientras que desde Outlier, el economista Gabriel Caamaño advirtió que el pico estacional de demanda de pesos estaría quedando atrás, reforzando la presión sobre el dólar.
Inflación, reservas y señales mixtas
En este marco, Melconian volvió a poner el foco en el esquema cambiario y relativizó la posibilidad de alcanzar una inflación anual de un dígito durante la actual gestión. Si bien el presidente Milei aseguró que el Índice de Precios al Consumidor podría “converger a cero” hacia mediados de 2026, el economista sostuvo que persisten inercialidades y desajustes en precios relativos.
Con reservas del Banco Central en torno a los US$ 43.610 millones, el mercado combina expectativas positivas por el frente fiscal con una mirada prudente sobre la dinámica cambiaria y la inflación. La reacción de bonos, acciones y riesgo país en los próximos días será clave para medir hasta dónde llega el crédito del mercado al nuevo Presupuesto y al programa económico en su conjunto.
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