El salto inflacionario de diciembre del 25,5% generó un fuerte deterioro en el poder adquisitivo de jubilados y pensionados, sobre todo para los 3.500.000 que cobran la jubilación mínima, cuyo monto aumentó el mes pasado a $ 105.712 -a lo que en enero y febrero se vuelve a sumar el bono de $55.000 confirmado por el ministro Luis Caputo-.
Según información del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), el 86% del total de jubilados y pensionados del país cobra menos de $ 200.000. Esto significa que 5.906.927 de adultos mayores reciben un haber de la Anses que no cubre la Canasta Básica de los jubilados, valuada en $ 313.185 en septiembre pasado por la Defensoría de la Tercera Edad, que no llegó a contabilizar aún los últimos datos difundidos por el Indec (ver nota principal).
El congelamiento del bono extra anunciado en su momento por el ministro Sergio Massa complica el panorama: el economista Hernán Letcher advirtió que “con una inflación de 25% estimada, los $55.000 valen hoy unos $15.000, por debajo del equivalente actualizado por variación de precios. De hecho, la gestión anterior había prometido $65.000 para enero y $70.000 para febrero”.